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Así lo hizo público la Presidenta Laura Chinchilla en su visita al Centro de Mando, ubicado en la Escuela del barrio El Carmen, en San Antonio de Escazú.
Según la mandataria, Costa Rica es muy eficiente y tiene amplia experiencia en el abordaje del primer impacto, como en el rescate de cuerpos y darle refugio y seguridad a los damnificados.
“Pero tenemos el reto de que, luego de ese primer momento, podamos darle una buena atención a los víctimas en el proceso de recuperación y estabilidad”.
Para ello, Chinchilla apuntó que “debemos hacer un esfuerzo como país para ser más eficientes en habilitar carreteras, dar viviendas a los damnificados y recuperar la infraestructura vial”.
Esto será posible, indicó, si se mejoran los censos que se hacen tras una tragedia para que “los afectos sean los primeros en ser atendidos y evitarse la duplicidad de datos para que no se dupliquen esfuerzos en las diferentes instituciones sociales del Estado”.
La mandataria también afirmó que ha ordenado “flexibizar los criterios para dar la asistencia social para la atención de las víctimas”.
Por su parte, Juan Carlos Dengo, subgerente de Desarrollo Social del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), indicó que esa institución dispone de ¢2.200 millones para darle atención a todas las personas afectadas por la emergencia.
Agregó que en primera instancia, la labor del IMAS será ayudar a los afectos con el pago del alquiler, mientras se busca una solución integral a cada caso.
Irene Campos, ministra de Vivienda, coincidió con Chinchilla y Dengo en el sentido de que primero se debe esperar a que las aguas vuelvan a su nivel para luego evaluar los daños que ocurrieron y estudiar las necesidades que se deben proporcionar.
