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La Municipalidad de Curridabat comenzó hace algunos meses un proyecto para ofrecer Internet inalámbrica gratuita en este cantón. La idea del Gobierno central es realizar algo similar, pero en todo el país. | ARCHIVO
La Administración Chinchilla pretende que todos los costarricenses tengan acceso a una red gratuita de Internet inalámbrica.
Dicho proyecto aparece en el Plan Nacional de Desarrollo 2011-2014, como una de las prioridades del Gobierno en el campo científico-tecnológico.
“Contar con una red de conexión inalámbrica que permita a la ciudadanía acceso permanente de Internet”, dice el documento en su página 194.
La jerarca del Ministerio de Ciencia y Tecnología (Micit), Clotilde Fonseca, confirmó el interés en desarrollar este tipo de red, que sería de acceso gratuito y del alcance más extendido posible.
“La idea es tener una capa de conectividad inalámbrica, por ejemplo, para los jóvenes de escuelas y colegios, para los turistas y para las pequeñas y medianas empresas (pymes).
“Sería una banda ancha pero de una velocidad que no compita con los servicios comerciales”, aseveró Fonseca.
Por ahora, están asignados ¢180 millones para “echar a andar” el proyecto, dijo la Ministra.
Una iniciativa similar se desarrolla en Panamá con un costo de $25 millones (¢13.000 millones).
El país vecino comenzó en el 2010 la instalación de una red de tecnología mixta de Wi-Max (Internet inalámbrica de largo alcance y muy alta velocidad) y Wi-Fi (una señal de menor alcance y menor velocidad, pero con la cual se conectan dispositivos como celulares y computadoras portátiles).
Los panameños acceden a esa red cuando se acercan a sitios públicos como centros de salud, municipalidades, bibliotecas, gimnasios y estaciones de bomberos.
El sistema da una velocidad básica de 512 kbps, por lo cual los proveedores comerciales pueden seguir dando los servicios con velocidades de mucha mejor calidad (1 o más Mbps).
Más recursos saldrían del Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel), el cual se nutrió con los más de $170 millones que dejó la concesión de dos bandas de telefonía móvil a las compañías privadas Telefónica y Claro.
Según dijo Fonseca, en Fonatel los proyectos son presentados por el Poder Ejecutivo y ejecutados por la Superintendencia General de Telecomunicaciones (Sutel).
George Miley, presidente de la Sutel, opinó que tener una red inalámbrica de acceso público sería de mucho beneficio para el país.
“La Ley General de Telecomunicaciones exige que debe prestarse un mínimo de servicios de telecomunicaciones a los habitantes de todas las regiones del país, sin discriminación alguna en condiciones adecuadas de precio y calidad.
“Por ello, una red de conexión a Internet (de este tipo) permitiría cumplir con este principio de universalidad y le daría un gran impulso al desarrollo nacional”, aseveró Milley a La Nación.
Alexánder Mora, presidente de la Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación, también se mostró a favor de este proyecto.
“Es positivo. Dar el acceso siempre es un primer paso. Claro que no es solo dar acceso, es ir más allá. Pero no se pueden desarrollar contenidos y competencias digitales si no tenemos antes este tipo de instrumentos de acceso”, dijo Mora.
Rafael Herrera, coordinador de la Cátedra de Innovación y Desarrollo Empresarial de la Universidad de Costa Rica, estuvo de acuerdo con dar más acceso a Internet, pero consideró necesario capacitar para sacarle el mejor provecho.
