El gobierno de Laura Chinchilla siente amenazada la salud de la economía y decidió declarar la guerra a la “manada” de millones de dólares que quieren venir a Costa Rica para ganar dinero mediante la especulación.
Ante la amenaza de esos capitales especulativos, las autoridades anunciaron ayer un plan de ataque que consiste en presionar las tasas de interés hacia la baja y reducir los márgenes de ganancias de ese capital extranjero en el sistema financiero.
La estrategia contra los “capitales golondrina” la dio a conocer el vicepresidente Luis Liberman y el ministro de Hacienda, Édgar Ayales, junto con la mandataria Chinchilla, quien fue categórica: “Cuando se deciden actuar (los capitales especulativos), muchas veces lo hacen en manada y se convierten en verdaderas armas de destrucción masiva de la economía y de la estabilidad financiera (...)”.
El temor de las autoridades es que el exceso de dólares que ingresan atraídos por las altas tasas de interés y el tipo de cambio estable, acabe provocando desequilibrios y produzca, al final de la cadena, un incremento en los precios de todos los productos. .
Aunque las autoridades dicen haber previsto la arremetida de dólares del exterior ($1.100 millones en el último trimestre del 2012 y $150 millones la primera quincena de este año), la magnitud sí los tomó por sorpresa.
Ante esta inesperada llegada masiva de dinero “golondrina” (se le llama así porque llega a un país, permanece por un corto tiempo y luego se marcha), las autoridades pasaron semanas casi en reunión permanente y consultaron expertos de otros países. El resultado fue, por ahora, una directriz y un proyecto de ley que deberá llegar con la etiqueta de “urgente” al Congreso, la próxima semana.
La directriz, firmada ayer por Chinchilla, tiene el objetivo de reducir las tasas de interés. Lo hace ordenando a los bancos estatales que en dos semanas fijen una metodología que ponga tope máximo al interés que pagan a grandes inversionistas.
También ordena que las entidades públicas coloquen sus nuevos depósitos solo en bancos estatales, y dejen de competir entre ellos.
El proyecto de ley ya lo tienen adelantado y esperan rematarlo mañana para enviarlo al Congreso este lunes, el día que los diputados regresan de sus vacaciones.
El objetivo es permitir al Banco Central establecer una carga adicional al 8% de impuesto de renta que rige sobre los rendimientos de una inversión financiera. Ayer se mencionó el 25%, pero Liberman dijo que la idea es dejarlo flexible para que se pueda adaptar a la coyuntura económica del momento.
“Estos son capitales que no convienen en este momento de nuestra economía”, apuntó el vicepresidente, quien subrayó el carácter “temporal” de las medidas, mientras las tasas de interés de otros países suben y se hacen atractivas para los inversionistas.
Difíciles de identificar. Aunque tiene certeza sobre las medidas que quiere implementar, el Gobierno todavía trabaja en la búsqueda de una serie de parámetros que identificarían el “capital golondrina” y lo diferenciarían del resto.
Características como cantidad de dinero, plazo, origen de los recursos y vehículo de inversión, entre otros, serán definidos por el Ejecutivo en un reglamento, una vez que la ley propuesta entre en vigencia.
Según Liberman, esto permitirá ir ajustando los límites que se impondrán al capital que no se desea que entre al país, basado en la evolución de la economía.
El vicepresidente advirtió que para discriminar los capitales legítimos de los especulativos, también los inversionistas deberán demostrar sus intenciones.
Añadió que entre mañana y el viernes, el equipo económico del Gobierno planea reunirse con delegados empresariales y banqueros para escuchar sus opiniones.