El Gobierno anunció ayer que aplicará un recorte de gastos para ahorrarse unos ¢40.000 millones este año, al tiempo que decidió no contratar más personal por tiempo indefinido.
En forma paralela, el Ministerio de Hacienda impulsará un conjunto de medidas que le permitan mejorar la recaudación de impuestos, con el fin de captar ¢50.000 millones adicionales en forma anual de aquí al 2014.
Fernando Herrero, ministro de Hacienda, argumentó que estas medidas son necesarias para contener el déficit fiscal (exceso de gastos sobre ingresos), el cual superó el 5% del producto interno bruto (PIB) el año pasado y se convirtió en el más alto entre 20 países de la región.
El jerarca dijo que el país está endeudándose para pagar los salarios de los empleados públicos y lo comparó con una familia que ve descubiertas sus necesidades, al perder los ingresos de un salario.
La Administración hizo el anuncio de los recortes a menos de una semana de enviar al Congreso un proyecto de reforma fiscal, con el cual Hacienda espera obtener recursos equivalentes al 2,5% del PIB (¢464.000 millones).
Ese proyecto incluye gravar con el impuesto de ventas los servicios de educación y salud privados, así como subir la tarifa del impuesto de ventas de un 13% a una cifra todavía no definida.
Algunos grupos como el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) habían anunciado su oposición a la reforma, si Hacienda no demostraba que controlaba el gasto y la evasión fiscal.
Entre ellas, están rubros como publicidad, consultorías, viajes dentro del país, vestuarios y textiles, así como alimentos y bebidas.
Sobre la decisión de no abrir más plazas, el Gobierno agregó que tampoco se llenarán los puestos que estén vacantes y esta directriz se extenderá a instituciones descentralizadas, como los Institutos de Acueductos y Alcantarillados y Mixto de Ayuda Social.
Solo las carteras de Seguridad y Educación estarán exentas de la medida, así como los programas que se consideren estratégicos.
El Ejecutivo además promoverá la movilidad laboral horizontal. Herrero explicó que si una institución considera que ya no necesita cierta cantidad de funcionarios, estos serán trasladados a otra entidad que sí requiera más personal.
Además, se ordenó a todas las instituciones evaluar qué propiedades tiene y cuáles están ociosas, con el propósito de vender las innecesarias para generar recursos.
Otra medida consiste en volver a colocar bonos de deuda pública en el mercado internacional, para lo cual necesita permiso legislativo.
Herrero comentó que, en este momento, el mercado externo ofrece mejores condiciones, lo que permitirá deshacerse de bonos transados aquí que resultan más caros.
También, se pretende que el Estado haga grandes compras de insumos que hoy diversas instituciones compran por separado, con lo que se ahorrarían ¢2.000 millones.
Por ejemplo, en lugar de que muchas entidades compren papel, el Estado haría una sola compra.
Según Hacienda, estas y otras medidas de contención permitirán ahorrar un monto anual equivalente al 0,20% del PIB.
Para ello, se aumentará en un 20% el número de inspecciones de declaraciones de impuestos.
Por otro lado, se espera recaudar ¢25.000 millones más al agilizar la resolución de conflictos entre contribuyentes y Hacienda.
También, se creará un sistema de puntos para promover el uso de tarjetas de crédito y débito, pues el Estado alega que es más fácil controlar a los comercios que cobran con esos medios de pago.
En tanto, se actualizará el valor de los bienes inmuebles.