Después de dos publicaciones en las que se cuestionó el uso de recursos entre el 2004 y el 2010 y las deudas en que incurrió la Corporación Hortícola Nacional, su presidente en ese período, Geovanni Masís, respondió a las dudas.
Las transferencias siempre fueron cuestionadas desde que la estrategia (de desarrollo del sector hortícola) se firmó –lo hizo en su momento el presidente Gerardo Aparicio Aponte– con el expresidente de la República don Abel Pacheco. Hubo un sector muy grande de paperos que nunca estuvo de acuerdo con la ratificación del TLC con Canadá. Ellos siguen cuestionando hasta el día de hoy. El asunto es que cuando esos líderes tuvieron la opción de marcar posición nunca lo hicieron.
De los ¢1.500 millones, que fue lo que en primera instancia se iba a dirigir al compromiso, los primeros ¢500 millones se perdieron. ¿Por qué razones se perdieron? Siendo presidente (de la Corporación) el señor Gerardo Aparicio Aponte, él recibió una notificación de parte de la Contraloría General de la República, de la división de fiscalización operativa y evaluativa, en la cual la Corporación tenía que participar en lo que se llamaba idoneidad. No tenía idoneidad y esos ¢500 millones del 2003 se perdieron. Nosotros tuvimos que participar para que nos dieran esta certificación. A partir del 2004 tuvimos que negociar cada año los recursos para aquellos grandes proyectos: el
Primero, teníamos que ir y asegurarnos de que la transferencia fuera incluida en el presupuesto nacional. Después de ahí, teniendo ya idoneidad para manejar fondos públicos, teníamos que hacer un PAO (plan anual operativo) y hacer luego una rendición de cuentas para la cual teníamos como límite el 31 de enero del año siguiente.
”Todo eso está en la Contraloría y también tiene copias el MAG, de todos los años. Es más, yo me quedo todavía mucho más asombrado y no puedo entenderlo, porque el 9 de julio del 2010 recibo una carta de doña Gloria (Abraham, la ministra del MAG) donde me dice: ‘Para lo de su competencia, me permito informarle que, de acuerdo al análisis realizado en el departamento financiero contable, se aprueba el presupuesto ordinario para el año 2010 de la Corporación Hortícola Nacional’. Aquí está”.
Cuando yo llegué únicamente existían unas instalaciones en La Lima, con una computadora, nada más, y tres empleados. En este momento está la finca del volcán Turrialba, están todos los invernaderos, está toda la modificación a la planta de La Chinchilla, porque cuando se recibió era un tugurio, caminos, patios, todo eso lo hizo la Corporación, arreglos en la misma Lima, porque eso era otro tugurio, más otras propiedades.
No, vos con fondos públicos no podés pagar salarios. Nosotros nunca, nunca, nunca utilizamos plata de fondos públicos para pagar gastos administrativos.
Para pagar transporte sí, porque lo permitía. Es más, hay carros comprados, bienes duraderos se pueden pagar, ciertas asesorías, si están incluidas dentro de un rubro; si no, no podemos hacerlo.
Porque la Corporación se creó sin prevenir su financiamiento. Al igual que Icafé, que Corbana y Conarroz, que el sector tenga que dejarle un canon. Es muy simple. En una entidad tan grande como esta y con regulaciones, se debe tener profesionales. Cuando se manejan fondos públicos tenés que tener gente capacitada de confianza para que se pueda salir adelante. Corbana, Laica, Icafé, que si se financian, tienen un