Gestores de importantes fondos de inversión de Estados Unidos siguen apostando por Brasil, a pesar del nuevo descalabro bursátil -el viernes pasado- en la mayor economía de Latinoamérica, mientras otros están pesimistas.
Las autoridades de Brasil, que han duplicado los tipos de interés y gastado miles de millones de dólares para defender la moneda, el real, contra el asalto de los especuladores, anunciarán hoy lunes un "severo" programa de ajuste fiscal.
Hasta ahora, el gobierno presidido por Fernando Henrique Cardoso se mantiene firme en su negativa a devaluar el real que, a juicio de muchos analistas, está sobrevalorado.
El viernes pasado, las principales bolsas brasileñas cayeron más de un 6 por ciento, después de suspender temporalmente sus operaciones para atajar una caída en picado desatada tras la reanudación de las bajadas en Asia.
Aún así, el fondo Pioneer Emerging Markets, que tiene el 25 por ciento de sus activos invertido en Brasil, ha ampliado su cartera de valores brasileños, dijo su gestor, Mark Madden, a la revista financiera Barron's.
Real dudoso
"Bajó casi todo y nosotros estamos comprando más", expresó Madden, quien aprovechó la caída para comprar títulos de Telebras, el gigante brasileño de las comunicaciones, cuando estas acciones bajaron a $91.
Madden opina que hay de un 10 a un 15 por ciento de posibilidades de que el real sea devaluado si se refuerzan los ataques de los especuladores, pero no cree que ocurra.
A su juicio, el próximo anuncio de un programa de austeridad y el compromiso declarado del Gobierno de Brasil de defender el real con sus reservas internacionales -que sobrepasan los $50.000 millones- son pasos positivos que deberían ayudar a evitar otro desplome bursátil.
Otros son más pesimistas y dicen que los mercados brasileños seguirán bajando si la crisis en Asia se agrava.
"Puede ser que no importe lo que el Gobierno anuncie el lunes (hoy para el lector)", dijo otro gestor de fondos, Mike Conelius, refiriéndose al inminente programa de ajuste fiscal.
Si el mercado japonés sigue bajando y el Gobierno de Corea del Sur no anuncia un paquete de reformas, Brasil podría ser golpeado de nuevo la semana próxima, señala Conelius, que dirige el fondo T. Rowe Price Emerging Markets Bond.
Además, sostiene que los inversores miran las similitudes entre Brasil y los mercados asiáticos, especialmente Hong Kong.
"Brasil tiene muchos problemas similares", a su juicio: una moneda sobrevalorada, el déficit de cuenta corriente demasiado alto y mucho endeudamiento en los mercados de valores.
Pesimistas
"Hay suficientes similitudes" para que el mercado brasileño sea objeto de especulación, agregó.
Josephine Jiménez, del fondo de mercados emergentes de Montgomery, tiene invertido en Brasil aproximadamente el 22 por ciento de su cartera de $3.000 millones, y al menos por ahora no reduce sus posiciones brasileñas.
Cree que el real debería aguantar por ahora las presiones de devaluación. El Gobierno, que está resuelto a defender la moneda en este momento, demostró estar resuelto hace unos años cuando redujo la inflación en el plan del real, recordó Jiménez.
Los analistas de JP Morgan creen que Brasil mantendrá por ahora su política de tipos de cambio, pero el costo de esta política se ha elevado debido a la "sangría" de las reservas intencionales del banco central y a la situación potencialmente delicada del sistema financiero.
Si sobrevive el régimen de tipos de cambio, Brasil afronta un período de crecimiento más lento, por debajo del ya de por sí modesto 3 por ciento que se calculaba para 1998, dijo este banco estadounidense de inversiones en un informe hace dos días.
Los altos tipos de interés, si se mantienen, frenarán las inversiones y el consumo en Brasil, y aun en el supuesto de que bajaran rápidamente, el sistema financiero brasileño puede salir magullado y con una capacidad disminuida de conceder préstamos.
También, advierte JP Morgan, los inversores internacionales bien pueden elevar la prima de riesgo que asignan a Brasil, lo que reduciría los flujos de capitales hacia ese país.