San José. Estalló la música de cimarrona y así comenzó un acto cultural que celebró el mestizaje costarricense durante el traspaso de poderes de hoy por la mañana. Durante 15 minutos fueron protagonistas 87 músicos, 200 máscaras populares, decenas de bailarines e incluso varios boyeros con sus carretas.
El espectáculo resaltó la fusión cultural de Costa Rica por medio de un gran espectáculo que mezcló las tradiciones ancestrales con las manifestaciones artísticas contemporáneas. Por ejemplo, el público pudo mirar en escena la combinación de la herencia precolombina (por medio del símbolo de la esfera) con manifestaciones de la cultura popular y global, como son los bailes del swing criollo y el breakdance .
"Quisimos presentar una sítnesis de esas manifestaciones que el pueblo festeja y con las cuales se siente muy identificado", explicó el productor general del espectáculo Anselmo Navarro.
Aunque las cimarronas encendieron el espectáculo al ritmo de la parrandera anónima 'El brinco del sapo', posteriormente tomó preeminencia una pieza compuesta para la ocasión por los músicos nacionales Fidel Gamboa y Bernardo Quesada, e interpretada por la Orquesta Sinfónica Juvenil.
A diferencia de los espectáculos más convencionales en los que la acción sucede al frente de un escenario, el show del traspaso de poderes contó con desfiles de boyeros, mascaradas y cimarronas que se pasearon haciendo un recorrido. Asimismo, hubo espectáculos simultáneos de baile que tuvieron lugar en seis tarimas ubicadas en los costados del espacio destinado para el público.
Seis grandes máscaras de la tradición popular coronaron cada una de las tarimas en las que los intérpretes bailaron. Ellas representaron, en sus versiones masculinas y femeninas, a la cultura criolla descendiente de españoles, a la afrocostarricense y a la indígena.
"Lo que me llamó más la atención fueron los limonenses con esos giros que hacían", mencionó Sara Corea, vecina de Heredia, en relación con la interpretación de la comparsa Los Brasileiros, de Limón.
Por su parte, el productor Anselmo Navarro destacó: "El clima nos ayudó mucho y, por supuesto, la actitud del público que se muestra tan agradecido en este tipo de eventos".