Dichas obras empezaron con la perforación de una primera cavidad que contiene 25.000 metros cúbicos de agua sobre un total de 65.000, agregó el alcalde de Saint-Gervais, Jean-Marc Peillex.
Gracias a una primera bomba instalada el miércoles "para hacer bajar la presión", se "hará salir un primer chorro de agua (...) con el fin de evitar todo 'efecto olla a presión' y luego poder seguir bombeando", añadió.
En los próximos días, helicópteros traerán tres bombas más hasta el glaciar, a unos 3.200 metros de altitud, cerca de una zona por la que se puede subir al Mont Blanc, y en la que suele haber muchos turistas.
Las obras procuran evitar que el agua inunde el valle de Saint-Gervais y afecte "posiblemente a unas 900 familias", según Peillex.
En 1892 una catástrofe como la ahora temida dejó un saldo de 175 muertos, arrastrados por el agua y el barro.
El Mont Blanc, que culmina a 4.810 metros, es el punto más alto de Europa occidental.