El finiquito del pacto no se concretó porque ambos bloques no lograron zanjar la pugna por el comercio de leche en polvo.
Esta es la segunda ocasión en que esa divergencia impide terminar el acuerdo. La primera fue en la ronda que pretendió ser la final en Bruselas, Bélgica a finales del mes pasado.
El punto que impide el avance es la intención de la UE de vender a Centroamérica 4.500 toneladas métricas de leche en polvo, con un alza anual del 10% y la posterior liberalización del mercado.
Sin embargo, el Istmo únicamente accedió a aceptar 500 toneladas métricas.
La tensión por el tema fue más que evidente ayer en la sede la Secretaría de Integración Económica de Centroamérica (Sieca).
Allí, las delegaciones regional y europea se citaron para conversar hasta hoy y buscar una salida a sus desacuerdos. No obstante, la pugna hizo que los equipos abandonaran la mesa de negociación ayer mismo.
La interrupción no significa la ruptura del proceso. Ambos bloques prometieron reanudar las pláticas en las próximas semanas, pero sin precisar la fecha.
Hasta el miércoles, las dos partes esperaban cerrar el Acuerdo de Asociación antes de la Cumbre de Madrid, entre Latinoamérica y la UE, que se efectuará dentro de dos semanas.
“Europa se ha focalizado en un solo sector. Ellos perdieron la perspectiva. Aquí el tema vital es que se valore el cuadro entero, en temas como servicios, compras, indicaciones geográficas, propiedad intelectual, desarrollo sostenible y otros más, pero solo se ha visto un elemento, y es el tema lácteo”, aseguró Roberto Echandi, jefe negociador nacional, al término del encuentro.
Echandi no había terminado de hablar, pasadas las 7:30 p. m. cuando Joao Aguiar-Machado, jefe de negociación comercial de la UE, apareció ante los periodistas.
En una improvisada conferencia, Aguiar-Machado negó enfáticamente que el bloque de los 27 países haya sido inflexible, tal y como minutos antes lo argumentaron los ministros de comercio y economía centroamericanos.
“Hemos dado bastantes pruebas de flexibilidad. La flexibilidad tiene que ser en los dos sentidos, no puede ser unidireccional. Flexibilizar no es aceptar la imposición completa, tenemos que ser flexibles los dos”, defendió el alto funcionario europeo.
Los ministros de Comercio y Economía del Istmo discreparon, una vez más, del criterio europeo cuando en bloque lamentaron el cierre sin logros ante la prensa.
“Queremos más solidaridad y más coherencia de parte de la UE. Queremos que sean consecuentes con lo que dicen”, espetó el ministro de Industria y Comercio de Honduras, Óscar Escalante.
La opinión de Escalante fue respaldada por sus colegas de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Los negociadores de ambos bloques no definieron una fecha para la reanudación de las conversaciones. Solo hubo buenas intenciones de continuar lo antes posible.
Marco Vinicio Ruiz, ministro costarricense de Comercio Exterior, adelantó que los diferentes países harán los balances y consultas necesarios con sus sectores productivos, pero también en las más altas esferas políticas.
Además del tema lácteo, quedan pendientes de definir para cerrar el acuerdo varias normas de origen para textiles y el de las salvaguardias bananeras.