El fiscal general, Jorge Chavarría, alegó ayer que no incurrió en tráfico de influencias al frenar una indagatoria que el Ministerio Público había ordenado para el exministro de la Presidencia Rodrigo Arias.
Ocho días antes de asumir su cargo, Chavarría acordó con la entonces fiscala general interina, Lilliam Gómez, “dejar sin efecto la indagatoria” de Rodrigo Arias.
La cancelación se produjo luego que Arias llamara al ministro de Seguridad, José María Tijerino y este, a su vez, hablara con la fiscala que llevaba el caso.
En conferencia de prensa Chavarría –quien antes fue viceministro de Seguridad– dijo: “La razón por la cual se toma la decisión de no indagar a Rodrigo Arias no obedece a un conocimiento previo mío, o a un interés mío, sino a una cuestión ética de respeto al fiscal entrante (')
“La secuencia en que están puestos los hechos en la prensa, si bien es real, no obedece a una colusión (pacto) previa”, dijo.
“No renunciaré”. El Fiscal General negó haber considerado dejar su cargo luego de que el caso saliera a la luz pública.
“Yo no voy a renunciar porque no he actuado violentando mi marco ético o jurídico. En mi conciencia estoy tranquilo”, señaló.
El Fiscal General, quien asumió el cargo el 16 de octubre, dijo estar abierto a que se lo investigue. “Estamos en una democracia y soy el primero en respaldar cualquier investigación sobre este tema. En una democracia, la conducta de los funcionarios es elemental y fundamental. Respaldaría cualquier iniciativa que surgiera de la Asamblea Legislativa o de la Corte”.
Ayer por la tarde, la Corte Suprema de Justicia anunció que los magistrados analizarán el caso en la sesión del lunes.
Tijerino a la ligera Además, el Fiscal General calificó de ligera e indebida la conducta del ministro de Seguridad Pública, José María Tijerino, por llamar a la fiscala Emilia Navas para conocer el estado de un expediente judicial relacionado con una investigación contra el exministro Rodrigo Arias.
“Desde el punto de vista ético, me parece que don José María (Tijerino) actuó un poco a la ligera”, expresó Chavarría ante la prensa.
Agregó que, más allá de consideraciones legales, los funcionarios públicos deben dar cuenta también por los aspectos éticos.
“Pero aquí no soy yo el que tiene que dar cuentas o hacer comentarios, sino don José María Tijerino”, aseveró.
El Fiscal General admitió, además, que las llamadas de políticos y jerarcas del Poder Ejecutivo a los funcionarios judiciales son una práctica habitual en nuestro país.
“Esta es una práctica con la que no debemos estar de acuerdo ningún costarricense y creo que es algo que, desde el punto de vista ético es totalmente indebido”, dijo.
Por otra parte, Chavarría cuestionó también la actuación del exministro de la Presidencia.
“Me parece un error ético de don Rodrigo haber recurrido a un ministro y también hay un error ético del ministro de llamar a un fiscal. Son prácticas que tienen que desecharse en el país”, aseveró.