21 de mayo del 2012. Ministro de Hacienda Edgar Ayales en conferencia acerca del primer cuatrimestre del ao. En la foto: Edgar Ayales, ministro. (albert marin)
El Gobierno recauda más por tributos; sin embargo, sus finanzas siguen con problemas.
Los ingresos por impuestos aumentaron un 11% en el primer cuatrimestre del año con respecto al mismo periodo del año anterior anterior.
La principal razón de las debilidades es que los gastos corrientes (como salarios y transferencias ), todavía crecen a tasas importantes, explicó ayer el ministro de Hacienda, Édgar Ayales.
Los gastos corrientes subieron un 9% en el periodo mencionado.
Por otro lado, los gastos de capital, que son inversiones como en carreteras, por ejemplo, cayeron 4,5% en el primer cuatrimestre del año respecto al mismo lapso del año anterior.
Este sector, junto con Seguridad, no tienen las limitaciones para contratar personal que enfrentan el resto de ministerios.
Además, comentó el viceministro de Hacienda, encargado de gastos, José Luis Araya, los educadores se han profesionalizado y eso se les debe reconocer en el salario.
En seguridad, añadió Ayales, el Gobierno dispuso contratar 4.000 trabajadores en cuatro años, por lo tanto, en este sector también aumentan las remuneraciones.
En transferencias, la más importante son las que realiza el Ejecutivo a la Caja Costarricense de Seguro Social, las cuales también preocupan al jerarca de Hacienda.
En el 2011, el Gobierno giró ¢85.000 millones de deudas del pasado; no obstante, mientras no se resuelvan los problemas financieros de la Caja, el Ejecutivo podría enfrentar nuevas cargas.
Araya explicó que la Constitución Política establece que si el régimen del seguro de salud de la Caja enfrenta un déficit, el Gobierno puede cubrirlo.
El titular de Hacienda señaló ayer que si bien la sociedad demanda que se gaste en estas áreas, la ciudadanía debería debatir cómo se van a financiar.
El problema es que buena parte del gasto corriente se está pagando con préstamos.
Esto es como si una familia pidiera prestado para comprar la comida.
Lo sano es que los gastos corrientes se financien con el dinero de los impuestos y que los préstamos sean solo para invertir en obras que permitan en el futuro pagar esos préstamos.
“Nuestras pretensiones de desarrollo, en la medida en que necesiten de más inversión pública y gasto social, requieren ser acompañadas de más ingresos por impuestos, no hay otra salida”, argumentó ayer.
La intención de Ayales es dejar planteada una salida.