Las mordeduras, la sed de sangre y el amor entre seres inmortales nuevamente toma protagonismo con el estreno, esta noche, de la tercera temporada de la serie True Blood.
Este fenómeno televisivo, creado por el ganador del Óscar y el Emmy, Allan Ball, está basado en las novelas de Charlaine Harris. Según informó el diario El Universal, la serie regresa con una mayor dosis de sensualidad y escalofriantes argumentos en 12 nuevos capítulos.
True Blood es la más reciente serie de televisión que se ha realizado acerca de la convivencia diaria entre vampiros y seres de la oscuridad con los humanos.
“True Blood es una serie única, ya que solo HBO ha podido lograr una mezcla ideal de romance, suspenso y humor, con la vida moderna de los vampiros y su interacción con los humanos”, dijo Gustavo Grossman, gerente de HBO, en un comunicado de prensa.
Las primeras dos temporadas narraron la historia de Sookie Stackhouse (Anna Paquin), una mesera con poderes telepáticos que padece –y al mismo tiempo parece disfrutar– de una irresistible atracción hacia un vampiro de 174 años llamado Bill Compton (Stephen Moyer). Compton fue secuestrado al final de la temporada dos, en plena boda con Sookie.
En su tercera temporada, True Blood mostrará las nuevas aventuras de su protagonista, quien en sus intentos de encontrar a su amado Bill y revivir el amor eterno, tendrá que recorrer terrenos desconocidos, rodeada de hombres lobo, penumbras y tenebrosos personajes.
Aparte de la actuación de Ryan Kwanten en el personaje de Jason (hermano de Sookie) y Rutina Wesley como su mejor amiga, el elenco se ha nutrido de talentos como Joe Manganiello (CSI New York), Brit Morgan (Cold Case) y Denis O’Hare (Brothers & Sisters y The Good Wife), entre otros.
“En True Blood, por fin, hallamos un nuevo planteamiento, una fresca perspectiva que dejará satisfechos tanto a los fanáticos del tema del vampiro como a los inexpertos que se aproximen a ella en busca de una historia de intriga, amor y lucha por la aceptación social”, señaló en el 2008, The Hollywood Reporter, sobre la recién estrenada serie, en ese momento.
Esencia. Ambientada en un pequeño pueblo sureño de Luisiana, la serie presenta cómo viven los vecinos la revelación de la existencia de una especie que ha vivido oculta entre ellos: los vampiros.
Estos últimos deciden salir a la luz ahora gracias a una bebida de sangre sintética (llamado true blood) que puede facilitarles la integración con la sociedad. La aparición de un vampiro en la comunidad comienza a sembrar la desconfianza ante lo desconocido, y más aún cuando una joven del pueblo, Sookie Stackhouse, se involucra con él en una relación amorosa mal vista por todos, al tiempo que comienzan a suceder en el pueblo una serie de misteriosos asesinatos.
La serie fue cosechando la aceptación del público y la crítica a medida que fue creciendo su historia. “La buena aceptación ha sido general en todos los países donde se ha proyectado gracias a su originalidad, a la estética de sus escenas, al desarrollo de los personajes y a la sensualidad que proyecta”, publicó Matt Roush de TV Guide.
Y los números han estado a su favor. True Blood se ha convertido en el tercer éxito de la cadena HBO después de Los Soprano y Sexo en la ciudad.
Aunque en su estreno no alcanzó los dos millones de espectadores en EE.UU., la audiencia fue aumentando paulatinamente hasta llegar a los 3,7 millones en el estreno de la segunda temporada, lo que significó un aumento de audiencia del 157%, desde su estreno en 2008.
La segunda temporada alcanzó su pico máximo en el episodio 10 con un total de 5,3 millones de espectadores.