Aquel lema que pronunció la candidata Laura Chinchilla en su campaña política puede verse ahora como una invocación.
“Seguridad, seguridad y seguridad”, dijo como entonando la música de “empleo, empleo y empleo” que su antecesor Óscar Arias había promocionado cuatro años antes.
Invocó tanto la seguridad que al final parece haber acertado. Fue en este año cuando la población redujo su nivel de preocupación por el crimen.
Esto lo mostró la encuesta de Unimer para este diario, publicada en octubre pasado, según la cual se redujo a la mitad la cantidad de gente que ve la inseguridad como el principal problema del país. Ahora ese porcentaje está en un 25%, frente a un 50% que se registraba a principios del año anterior.
Las cifras oficiales que entregó el Ministerio de Seguridad la semana pasada muestran una disminución de 13% en los delitos contra la propiedad y de un 18% en los asesinatos, con corte hasta octubre pasado. Esto surge de comparar los números del 2011 con los del 2012.
Las autoridades también exhiben un incremento de 62% (a noviembre) en la detenciones en flagrancia (en el momento en que se comete un delito).
La encuesta publicada en octubre señala que, paralelamente a la caída de la inseguridad como mayor angustia en el país, se incrementaron las preocupaciones por el empleo, a pesar de que la economía nacional crece espoleada por las exportaciones.
Meta superada. Las cifras oficiales de la producción de bienes y servicios para vender en el extranjero fueron en el cierre de este año motivo de celebración en el Gobierno y en el sector, pues ya se superó en más del 7% la meta establecida para todo el cuatrienio, aunque faltan 17 meses.
Fue de $16.873 millones el monto facturado de manera global por las empresas establecidas en Costa Rica, aunque hay sectores que renquean, como el bananero y el cafetalero, según la Cámara de Exportadores.
“Estamos creciendo por encima de la media latinoamericana”, dijo, orgullosa, Chinchilla la semana pasada, intentando ligar esta mejoría con la creación de nuevos empleos.
Para las autoridades en Comercio Exterior, el incremento en las exportaciones tiene mayor mérito por el difícil contexto internacional del momento.
Ese factor puede explicar por qué sigue aumentando el capital que se coloca en el país, pues el año cierra con $2.170 millones, $170 millones más de lo previsto.
Uno de los énfasis ha sido la atracción de inversiones en alta tecnología, un rubro que aumentó un 22% al alcanzar los $574 millones durante el año que hoy se cierra. Las autoridades insisten en que esto se traduce en miles de empleos bien remuneras.