Excesiva formalidad del Vaticano recibe a ticos

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Santa Sede. La rancia diplomacia de la Santa Sede la vivió ayer aquí la delegación tica que acompañó a la presidenta Laura Chinchilla al encuentro con Benedicto XVI.

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A las 11 a.m., en punto, la presidenta ingresó en compañía de los “gentiles” del Papa, un grupo de señores mayores ataviados con elegante esmoquin negro. La guardia suiza del Papa los recibió en el patio de San Dámaso.

Luego, la pequeña delegación esperó en una sala y la presidenta llegó a un pasillo en donde la recibió el Papa, frente a la prensa. De ahí, pasaron a la Sala Pablo VI, en donde se sentaron frente a frente, ante un amplio escritorio.

Al cerrar las puertas del sitio, solo los acompañó monseñor Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados.

Pasaron 20 minutos exactos y la puerta se abrió. Uno a uno, los miembros de la comitiva oficial pasaron a saludar al Papa y besarle el anillo de oro.

Saludaron al Papa, el canciller, Enrique Castillo; el jefe de Política Exterior, Jairo Hernández; la jefa de Protocolo, Silvia Escalante, y su subjefe y asistente, Ludwig Sibaja y Laura Aguirre; el embajador Fernando Sánchez y su esposa y la empresaria invitada, Iary Gómez.