Los exportadores nacionales de madera y derivados deberán cumplir con un nuevo reglamento, aprobado por el Parlamento Europeo, que obliga a muchas empresas a contar con un certificado de origen.
El objetivo, según se detalla en dichas disposiciones, es minimizar el riesgo de comercializar esos productos de forma ilegal.
Entre los requisitos que están reglamentados desde marzo del 2013, se destacan: descripción de la madera y productos, país de origen, información sobre el cumplimiento de la normativa nacional, así como sobre cantidades y detalles del proveedor.
El reglamento detalla que cuando la evaluación muestre que hay un riesgo de madera ilegal en la cadena de suministro, este deberá mitigarse, para lo cual se tendrá que pedir información adicional, o mediante la verificación del proveedor para garantizar que no se introduce madera ilegal a la Unión Europea (UE).
Según el analista económico de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), Erick Mora, los exportadores no tuvieron que hacer inversiones adicionales en la producción para cumplir con el reglamento, pero algunos sí debieron registrarse ante el Servicio Fitosanitario del Estado (FSE) y el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) para presentar la suficiente información sobre el origen de la madera.
“Los controles de importación serán, sin duda, más estrictos para garantizar la trazabilidad de los bienes finales e insumos utilizados para su fabricación”, dijo Mora.
En Costa Rica, las ventas externas de madera y productos derivados, el año pasado, se acercaron a los $81 millones y se dirigieron a Estados Unidos, Singapur e India. A la UE se enviaron $1,5 millones.
En carne propia. Dominique Leuba, de la empresa Maderas Preciosas de Costa Rica, destacó que el reglamento obliga a las compañías que importan a cumplir con un certificado de trazabilidad, que garantice la procedencia de la madera, el cual ellos ya tienen.
“Nosotros estamos exportando desde el año pasado a la Unión Europea (UE) y cumplimos con todos los requisitos. No obstante, solo 1% va a ese mercado, 99% a Asia, Vietnam y China”, mencionó.
Roberto Solano, gerente de Mercadeo de la compañía SR y SRA Diseño de Moda Exótica S. A., ubicada en Montecillos de Alajuela, mencionó que ellos desconocen el nuevo reglamento, pero que, durante los últimos meses, han enviado joyería: aretes, collares, pulseras, prensas para pelo, de forma normal, a destinos europeos.
Proveedores que ya habían trabajado procesos de certificación previos, enfrentaron menos dificultad con el cambio.
Juan María Solera, gerente general de la compañía Panamerican Woods, dijo que tienen 12 años de exportar a la UE (Inglaterra, España, Alemania y Francia). Según él, el reglamento no cambió en nada el modus operandi de la compañía.
“Estábamos listos para la normativa. Tenemos un certificado voluntario reconocido a nivel internacional: FSC (Forest Stewardship Council) que verifica el origen de la madera”, destacó.
Solera añadió que no importa el tamaño de la empresa: tiene que contar con todos los papeles en regla para cumplir la norma.
Este empresario concluyó que no es el reglamento lo que les resta mercado en Europa a los exportadores nacionales, sino la falta de competitividad; sin embargo, dijo que eso es otro tema.