Durante los últimos cinco años, los arqueólogos han estado revisando el templo de Taposiris Magna, 45 kilómetros al oeste de la ciudad de Alejandría, con la esperanza de encontrar la tumba de la pareja.
Se piensa que la estatua de granito negro recién descubierta –de 1,8 metros de altura– pertenece al rey Tolomeo IV, porque cerca de la base se encontró una figura oval de piedra con su nombre tallado.
Tolomeo IV fue uno de varios reyes griegos que gobernaron Egipto durante el período ptolemaico, del año 332 al 30 A. C.
Además de la estatua sin cabeza, el equipo egipcio-dominicano halló una inscripción, en griego y en jeroglíficos, en los depósitos de fundación de una de las esquina del templo. La escritura dice que Tolomeo IV –quien gobernó de 221 a 205 A. C. – comisionó el templo.
Previamente, los expertos pensaban que el templo había sido construido durante el reinado de Tolomeo II, quien gobernó de 282 a 246 A. C. “Si se quiere argumentar que es donde Cleopatra esta sepultada, entonces entre más tarde haya sido construido, más probabilidad tenemos que existan conexiones con ella y que seguía activo en su época”, dice Salima Ikram, del Museo Egipcio de El Cairo.
Durante las últimas excavaciones, el equipo arqueológico también encontró una hilera de bases para esfinges de casi dos metros de altura frente a la entrada norte del templo, donde se halló la estatua de granito. Martínez y sus colegas piensan que las bases indican que la entrada norte era el principal acceso al edificio, y no el portal este, como se sugería antes, dado que otros templos egipcios exhiben esfinges que llevan a sus entradas.
La estatua recién encontrada –junto con otras dos de la deidad egipcia Isis y las ruinas de la puerta principal del templo– son la última evidencia que relaciona a Taposiris Magna con gobernantes ptolemaicos, y tal vez con los desafortunados amantes.
Los arqueólogos han sabido de Taposiris Magna desde hace siglos, y las primeras excavaciones del templo empezaron bajo Napoleón Bonaparte en 1801.
Hasta recientemente, muchos expertos pensaban que Taposiris era un templo inconcluso porque carece de inscripciones y cuenta con poca evidencia de estructuras internas. Los arqueólogos conocían la existencia de un cementerio masivo frente al templo y una torre que pudo haber sido un faro, pero nada más. Pero las recientes excavaciones han hecho que el templo parezca mucho más activo, aumentando la probabilidad de que fuera un sitio importante en la época de Cleopatra.
Hasta el momento se ha descubierto que el cementerio del templo contiene por lo menos 12 momias, 500 esqueletos y 20 tumbas. Los cuerpos fueron sepultados viendo al templo, lo que podría significar que el edificio contiene la tumba de una persona importante.
Dentro del templo, se encontró un sitio para una pileta sagrada, habitaciones utilizadas para momificación y capillas dedicadas a las deidades Osiris e Isis. Según la mitología egipcia, la poderosa pareja eran marido y mujer, hecho que pudo haber inspirado a Marco Antonio y Cleopatra a escoger el templo como sepulcro.
“Cleopatra podría (representar) a Isis y Marco Antonio a Osiris”, señala Zahi Hawass, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades Egipcias (SCA).
Y en 2008 el equipo desenterró un busto de alabastro de Cleopatra, monedas con su imagen y una estatua de bronce de la diosa griega Afrodita, entre otros artefactos.
“Luego de varias excavaciones, hemos descubierto lo que pertenece a este templo, a este enorme complejo, demostrando que fue uno de los templos mas sagrados de Alejandría” durante el período ptolemaico, dice Kathleen Martínez, arqueóloga y jefa de excavaciones.
“Y debido a la solemnidad de este templo, y era muy sagrado en ese entonces, creo que podría contener la tumba de Cleopatra”, destaca.
Marco Antonio probablemente sospechó que Octavio pasearía sus cuerpos por toda Roma para presumir su poderío. Por tanto, la pareja habría querido ser sepultada en un sitio sagrado pero secreto, fuera del cuartel general de Alejandría.
Hace casi un año la SCA permitió que Martínez comenzara a utilizar radares subterráneos dentro de Taposiris Magna. Los resultados muestran una serie de túneles y hasta ocho cámaras subterráneas que están siendo exploradas. “Es el sitio perfecto para esconder sus tumbas”, considera Hawass, también miembro del programa de residencia de exploradores de National Geographic.
Martínez considera que el tamaño de Taposiris Magna hubiera dificultado encontrar cualquier tumba. “El complejo tiene 5 kilómetros cuadrados. Hemos buscado con nueva tecnología. ¿Como los habrían encontrado los romanos?”, dijo.2010 National Geographic Society