Esclavitud contemporánea

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María migró a la ciudad con la ilusión de una vida mejor, lo mismo hizo Gabriela, madre responsable de una pequeña de meses por quien no dudó en cruzar fronteras. Ambas creyeron ingenuamente en promesas y engaños, la primera de un “amigo”, la segunda atraída por un anuncio de trabajo. Ambas, cayeron en las redes de la esclavitud contemporánea: la trata de personas.








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