No creo.
Yo uso un saquito en la espalda donde echo lo que no me sirve, y ahí se va cayendo, por un huequito, en el camino.
Mi trabajo es ese, justamente: que el que esté al frente sea otro y no yo.
(
¡Ese es mi talón de Aquiles! El sentido más sensible que tengo es el olfato. Me encanta el olor a caféy me gustan los perfumes florales, pero puedo desfallecer con los malos olores.
En la adolescencia, cuando tenía como 16 ó 17 años.
La verdad, no lo sigo. Es muy aburrido.
Cuando les da el síndrome de la imagen pública y quieren salir en todo lado aunque no tengan nada qué decir.
No puedo (
Lealtad y lo guardiana de mi seguridad (tiene un zaguate al que le dicen
El más duro fue el que pasamos recientemente.
Estoy intentando, porque antes fui de cabello largo, pero hace diez años que lo uso corto.
Lo mejor es que se preocupan por buscar información. Lo peor, que a veces andan con ganas de molestar.
La sangre de periodista uno nunca se la quita. A veces, me gustaría estar del otro lado; sobre todo, cuando hay mucha información que debería salir.
(
Unidad y coordinación en todo.
¡No me acuerdo! Hace mucho.
A un costarricense.
Dicen, pero a mí todavía no me han asustado.
No. Me parece un irrespeto.
En algún escritorio.
La mezquindad.
Como periodista, me gustaría entrevistar a Fidel Castro.
Lo he pensado, pero todavía no.
Más que leer la mente, le reconozco y anticipo algunos gestos.
¡Quitarme los zapatos! Luego, acomodo las cosas.
Creo que yo misma. Tengo mucha introspección.
Seguro que sí, hicimos muchas pero no recuerdo ahora.