El presidente de la República, Óscar Arias, se desvela –literalmente– por el último discurso que pronunciará ante la Asamblea Legislativa, este sábado.
El mandatario admitió que le ha dado la madrugada trabajando en lo que se conoce como el “informe de labores”, un documento que en este caso tiene mucho más valor personal.
Será la octava vez que el mandatario rinda cuentas de manera personal ante diputados. Lo hizo en cuatro ocasiones entre el 86-90 y tres veces en este cuatrienio.
Será, sobre todo, su último mensaje con la investidura presidencial. “Es mi último discurso. Esta vez sí es mi despedida final de la política nacional. Creí que esto iba a ocurrir en 1990, pero no sucedió”, dijo ayer a la prensa.
Por eso se desvela. El domingo completo lo dedicó al discurso y hasta robó horas a la madrugada del lunes repasando los datos que le aportaron los ministros, pero también otros insumos para construir un mensaje más allá del simple “informe de labores”.
Arias asume el discurso con afán y con la ayuda de su asistente de toda la vida, Mariángel Solera, la ministra de Comunicación, Mayi Antillón, y la joven Raquel Chanto, colaboradora del mandatario en confección de mensajes.
El tono del discurso, sin embargo, lo pondrá solo Arias pues se espera que haga una reflexión sobre sus cuatro años de gobierno, cómo deja el país y, por tanto, los retos que aguardan a su sucesora, Laura Chinchilla, comentó Roberto Gallardo, ministro de Planificación y responsable de contenidos sobre los cuales Arias basará una parte del mensaje.
El Presidente está citado para el sábado a las 7 p. m. y se espera que no tarde más de una hora.