29/07/2011 En el Teatro Melico Salazar en San Jos el pianista Ral Di Blasio/Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)
Ver a Raúl Di Blasio sentarse a tocar el piano para Costa Rica fue un sueño que demoró diez años en cristalizarse. Sin embargo, nunca es tarde cuando la dicha es buena; y ese fue el sabor de boca que dejó su concierto: al final, tanta espera, sí valió la pena.
El viernes, en el Teatro Popular Melico Salazar, Di Blasio se entregó por completo a los ticos, en un concierto que se extendió por más de tres horas.
Terminó al filo de la medianoche, con un músico sudando de la cabeza a los pies, pero con una audiencia que se levantó a aplaudirlo.
Su talento para tocar el piano no fue lo único que se impuso. Su don de gentes, la química para conectarse con su público y hacer del Melico un espacio muy íntimo, hicieron que las más de tres horas de recital se fueran volando.
“¿Están bien?”, fue una de las constantes preguntas que el argentino le lanzó a su audiencia, para cerciorarse de que todos bailaban al mismo ritmo de los tangos que él interpretaba desde el escenario.
El recorrido por un repertorio variado incluyó música latinoamericana, popular, también propia; alguna que otra obra clásica y hasta temas de película. Se entrelazaron con las graciosas anécdotas del denominado
Di Blasio demostró el viernes que, sobre el escenario, es tan buen conversador como pianista, porque sus tertulias fascinaron tanto como su piano. De cuando en cuando, se alejaba del instrumento para hablar más de cerca al público.
“En estos años, hemos acumulado un sinfín de canciones, hasta llegar a un repertorio de más de seis horas. Pero no se asusten, no crean que voy a tocar seis horas. ¡Ni en mi casa me aguantan tanto!”, fueron de las primeras palabras que el pianista pronunció en la noche y con las cuales rompió el hielo, desatando risas entre el gentío.
En realidad, el hielo lo había roto desde que comenzó su recital con obras como
Junto a ellas al micrófono, ejecutó el tema
“Tenía diez años de no venir a Costa Rica. Y esta noche fue como ponerle el mantel de mi casa y ofrecerles solo lo mejor a ustedes”. A partir de entonces, ejecutó canciones como
Un momento seductor se produjo cuando ejecutó, junto al bandoneón, el
Con estos tangos, puso a cantar al público. Incluso, se mostró galante cuando le tiró una rosa a una dama que se encontraba en el lugar. Ella se la ganó, según dejó ver el pianista, por decirle que hace diez años también había ido a su concierto en Costa Rica.
El argentino demostró ser un hombre agradecido y de los que no olvidan. Durante toda la velada, le agradeció a Costa Rica ser uno de los países que lo acogió aún cuando nadie lo conocía, según dijo.
Agradeció también a un grupo de amigos que tiene en Costa Rica, quienes siempre le brindaron su apoyo y a quienes, al final de la noche, les dijo: “queridos amigos, hoy, las hamburguesas la pago yo”.
En la noche, también se escucharon temas populares como
Raúl Di Blasio cerró su concierto como lo comenzó, con