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Desyerbe macroeconómico

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Cuando chiquillo, en vacaciones, mi papá me mandaba junto con mis hermanos a “palear” un pequeño cafetal que tenía. En la casa, el desyerbe del jardín era más frecuente. Estas acciones no solo favorecían el crecimiento de las matas de nuestro interés, sino que permitían distinguir claramente el “antes” del “después”, cosa muy placentera y que no todas las ocupaciones procuran. ¿Puede, por ejemplo, un diputado promedio ver su contribución al bienestar del país luego de cuatro años de calentar su curul?








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