El 5 de abril de 1976 Howard Hughes dejó de respirar y Leonardo DiCaprio era un bebé al que aún le faltaban varios meses para cumplir dos años. Los destinos de ellos dos no podían parecer más distantes, hasta que Martin Scorsese llegó a la conclusión que el divo Leo y el excéntrico Howard bien podrían convertirse en uno solo.
Con DiCaprio contratado y la vida del más caprichoso de los magnates como inspiración, Scorsese cumplió uno de sus sueños: llevar a la pantalla la vida de Hughes.
El resultado se llama El aviador , filme que está como el favorito a los Oscar 2005, gracias a sus 11 postulaciones. Hoy, se estrena en los principales cines ticos.
El rostro. Al contrario de la mayoría de niños lindos de Hollywood, Leonardo DiCaprio sí demostró que detrás de esa pulcra cara no solo había un ídolo adolescente, sino un actor que sabe ganarse su millonario salario con buenos trabajos.
Aunque la masa solo lo ve como el meloso Jack de Titanic , pero Leo lució su capacidad histriónica en filmes de alta factura como What's Eating Gilbert Grape , This Boy's Life , Eclipse total , Atrápame si puedes y Pandillas de Nueva York .
Ahora con su encarnación de Hughes en El aviador , DiCaprio aspira por primera vez al Oscar al mejor actor, premio que vendría a ser el pináculo de su aún joven carrera.
El cerebro. El ser un asmático crónico fue, sin duda, el factor clave en el futuro del cineasta Martin Scorsese.
El pequeño Marty quedó imposibilitado, por su enfermedad, a correr y brincar como los otros niños, lo que lo hizo recluirse en los cines de su natal Nueva York y, de paso, enamorarse del sétimo arte.
Scorsese dejó sus planes de ser sacerdote y estudió cine. Enamorado de dos temas -los personajes históricos y las vivencias dentro de La Gran Manzana - el cineasta pasó a la historia como el cerebro detrás de grandes clásicos del cine como Taxi Driver , Raging Bull, El color del dinero, Buenos muchachos, Cabo de miedo, La edad de la inocencia y la controvertida La última tentación de Cristo .
Se creería que este enamorado del blues y padrino de las carreras de los actores Robert DeNiro y Harvey Keitel ya lo ha logrado todo, pero para Marty aún hay un pendiente: ganar el codiciado Oscar al mejor director, premio al que ya ha sido nominado (sin éxito) siete veces.
Ahora con El aviador vuelve a estar entre los favoritos para quedarse con la dorada estatuilla, aunque su amigo Clint Eastwood podría aguarle la fiesta con Millon Dollar Baby .
El espíritu. Antes de convertirse en un ermitaño greñudo, de largas uñas, alérgico a la Humanidad y que veía desnudo película tras película en su hotel-búnker en Las Vegas, Howard Hughes hizo méritos suficientes para ser mucho más que un ser humano normal.
A los 18 años ya era rico -gracias a los millones que le dejó su padre por sus patentes petroleras- y decidió marcharse a Hollywood para convertirse en uno de los productores y cineastas más controvertidos de la historia de la pantalla grande.
No solo logró realizar clásicos del celuloide como Hell's Angels , The Front Page y Scarface , sino que lanzó a la fama a Jean Harlow y tuvo amoríos con divas como Ava Gardner y Katherine Hepburn. Su otra gran pasión, la aviación, lo llevó a romper marcas con sus modernos diseños aeronáuticos y a casi perder la vida en varios accidentes durante sus peligrosos vuelos de prueba.
Hoy, su aporte en ese campo se tiene como uno de los más grandes.
Excéntrico al grado máximo, ganó tantos millones como los que botó y lo mismo creó grandes negocios -al estilo de la aerolínea TWA- como enormes fracasos, entre los que se recuerda al gigantesco y controvertido avión de guerra Spruce Goose .
Murió solo, enfermo y adicto a las drogas, en el balneario de Acapulco, México, 20 años después de que fue fotografiado por última vez y de que decidiera divorciarse, en definitiva, de la extraña Humanidad.