Es inevitable que cada edición de los Juegos Olímpicos traiga a la memoria al equipo que mejor haya jugado al baloncesto desde que el mundo es mundo: el
Nunca jamás se reunió tanto talento en un solo equipo de baloncesto: conjugó la estética excelsa con un apetito por la destrucción de sus rivales.
El
Para este año, la antorcha la tomó LeBron Jones, el nuevo monarca de la NBA, que viene con el envión anímico de conquistar el título de la liga de baloncesto más espectacular del planeta.
El King James lidera una camada de basquetbolistas que tendrá la responsabilidad de retener el oro olímpico, una presea que los estadounidenses consideran de su propiedad como si fuese un destino manifiesto.
De hecho, desde 1936, solo la perdieron en cuatro oportunidades: 1972, 1980, 1988 y 2004. Esa última dolió porque ya se jugaba con los jugadores de la NBA.
Sin embargo, el equipo no las tiene todas consigo pues ya sufrió algunas bajas antes de que empezara la concentración para las justas londinenses: Dwight Howard, Derrick Rose, Dwyane Wade y Chris Bosh.
El quinteto será dirigido, como en el 2008, por el coach de la Universidad de Duke, Mike Krzyzewski.
Destacan cuatro jugadores del campeón invicto del Mundial de 2010: Kevin Durant, Russell Westbrook –los dos del Thunder del OKlahoma City que perdió ante Miami en la final de NBA.
Bajo cualquier punto de vista, este equipo es el favorito para retener el cetro olímpico y no se vislumbra un adversario capaz de tumbarle esa condición.
Podrá ver al nuevo Dream Team en juegos de fogueo ante Brasil y Gran Bretaña, este lunes 16 a las 6 p. m. y el jueves 19, a las 3 p. m., respectivamente.
Es la hora de empezar a sentir el espíritu olímpico.