La Comisión Nacional de Bioseguridad decidió ayer, por mayoría, otorgar un dictamen positivo a la empresa DPL Semillas para la siembra de una o dos hectáreas de maíz transgénico en Costa Rica.
Esta información fue confirmada al semanario El Financiero por Alejandro Hernández, miembro de la Comisión por parte del Ministerio de Ciencia y Tecnología, y por la organización no gubernamental Coecoceiba.
Eduardo López, dirigente de la organización ecologista CAE, también confirmó la decisión que tomó el órgano técnico.
“A eso de las 3:30 p. m., el presidente de la Comisión, Alex May, emitió el criterio final que aprobó la siembra de tres variedades de maíz”, aseveró López.
DPL Semillas, subsidiaria de la empresa Monsanto, fue la que hizo la solicitud de autorización.
La Comisión Nacional actúa con las potestades que le otorga el Gobierno a través de los ministerios de Agricultura y Ganadería, de Ambiente y Energía, y de Ciencia y Tecnología.
La solicitud de siembra se planteó para la multiplicación de semillas que serían exportadas en su totalidad. Las modificaciones hechas a las semillas pretenden aumentar la resistencia ante plagas, así como la tolerancia a un herbicida.
En noviembre, Alex May, jerarca de la Comisión, comentó que, entre 1991 y el 2000, se habían aprobado otras solicitudes de cultivo de maíz con propósitos de multiplicación de semilla, los cuales contenían las mismas modificaciones genéticas.
Oposición. Los grupos que se oponen a la siembra de estas semillas anuncian una férrea oposición.
“A partir de ahora nosotros estaremos trabajando con los concejos municipales. Nos hemos reunido con el de Nandayure y estamos trabajando con el de Hojancha”, manifestó López.
La oposición culpa a los transgénicos de contaminar las especies de maíz endémicas.