El expresidente de la República Luis Alberto Monge (1982-1986) está en la mira del Partido Liberación Nacional (PLN) para que reactive su presencia en la agrupación y ayude a proyectar la existencia de corrientes diversas, pero a la vez unidas.
El presidente del PLN, Bernal Jiménez, confirmó haber conversado con el exmandatario, de 84 años, quien todavía se encuentra estudiando la propuesta de la cúpula verdiblanca.
“Lo que pasa es que no ha estado muy bien de salud, pero confiamos en que pronto se decida a participar. Él es una figura nacional y puede aportar mucho pues representa parte de nuestra tradición”, aseguró el dirigente, quien llegó a ese cargo en agosto, con apoyo del movimiento afín a Rodrigo Arias.
La agrupación prepara incluso un homenaje al expresidente para el próximo 17 de noviembre, cuando se cumplen 27 años de la declaratoria de Neutralidad decretada por Monge durante su gobierno, en medio de las guerras en el Istmo.
Aunque Monge ha rechazado en las últimas semanas atender consultas de este medio, su representante ante el Directorio del PLN, Clara Lieberman, aseguró que el exmandatario vive muy pendiente de la realidad nacional y se guarda una gran preocupación por el deterioro en múltiples áreas del país.
“Él se preocupa mucho por Costa Rica y necesita canalizar esa presión. Ahora escribe sus memorias, pero se deprime del estado en que se encuentra Costa Rica”, manifestó Lieberman, aspirante a la vicepresidencia del PLN en la elección de cargos en enero.
La incorporación de Monge, sin embargo, no depende solo de su estado de salud ni de las ganas que tenga de volver a actividades del partido. Es conocida su enemistad con el exmandatario Óscar Arias y, por tanto, se requiere un manejo táctico de ambas presencias.
El camino se abre al considerar que es Rodrigo Arias, y no su hermano Óscar, quien tiene un mayor protagonismo interno en la actualidad, pues trabaja en la organización de una plataforma que le permita impulsar su precandidatura presidencial para el 2014. El exministro se negó a contestar preguntas de este medio sobre asuntos políticos del momento.
Lieberman consideró que la relación de Monge con el exministro de la Presidencia carece de la discordia que se conoce entre los exmandatarios, venida desde mediados de los 80, cuando Arias preparaba su campaña presidencial.
Después han sobrevenido desencuentros ideológicos entre Óscar Arias y Monge, cuyo ejemplo más evidente se presentó en el cuatrienio anterior durante la discusión del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, pues uno apoyó el NO y el otro pujó por el SÍ como jefe del Gobierno.
Ellos dos y José María Figueres Olsen son los únicos tres expresidentes de la República liberacionistas con vida. Figueres, sin embargo, cumple ya varios años viviendo entre Suiza y España y es incierta la posibilidad de un pronto regreso, a pesar del deseo de un grupo de asambleístas.
“Los grupos que apoyan a José María, si es que los hay, quieren también su participación”, dijo Jiménez cuando se le consultó sobre el interés por Figueres.
Y agregó: “Este es un partido sin apellidos. Eso es lo que queremos reforzar, con un pensamiento socialdemócrata y contemporáneo”.
Para Lieberman, la presencia de Monge ayudaría a dinamizar la reflexión política. “Centralizarse en la figura de Óscar Arias y en su pensamiento sería un error. Luis Alberto puede llenar un vacío y provocar un diálogo que a su vez genera un pensamiento más profundo sobre problemas nacionales”.