El bailarín y coreógrafo de salsa mexicano, Johnny Vázquez, cree que lo mejor de este baile es la capacidad que tiene de reunir lo mejor de los ritmos africanos, caribeños y americanos.
El artista es uno de los principales expositores del Costa Rica Salsa Congress, un encuentro que se realiza este fin de semana, en el hotel Cariari, en Heredia.
Durante su estadía en el país, el bailarín impartirá clases y participará en demostraciones de salsa en línea, un baile mucho más coreográfico, rápido y acrobático que la salsa tradicional.
Johnny Vázquez, quien nació en Guadalajara México, y creció en de Los Ángeles, EE. UU., fue tres veces ganador del Campeonato Mundial de Salsa, que se realiza cada año en California.
Junto a sus hermanos, creó la compañía de danza Los Rumberos, una de las más destacadas de Los Ángeles, y después creó su propio grupo: Johnny Vázquez y su Imperio Azteca, con los que se ha presentado en Israel, Emiratos Árabes, Italia, España, Francia y desde luego, Estados Unidos.
Este artista también ha formado parte del cuerpo de bailarines de artistas como Celia Cruz, Usher, Will Smith y Tito Puente.
La salsa ha evolucionado. Si hablamos de la actualidad, los requisitos son: humildad, técnica, sabor y buena presencia en escenario, pero la humildad es lo principal. Para ser salsero no hay que ser creído.
Ser bailarín de salsa es muy diferente. Esto no es ballet, el ego va con bailarines que se presentan en teatros y, sin embargo, muchos de ellos no son así.
Yo digo que sí, porque es un baile que se puede aprender, eso sí, la salsa en línea exige mucha condición física, porque se baila mucho más rápido y se debe tener técnica.
Claro que sí, y eso es lo más importante de este baile, porque creo que la salsa es una combinación de todas las culturas.
“En ella hay pasos de bailes africanos, del
Me atrevería a decir que Italia es la nueva capital de la salsa. Primero fue Nueva York, luego Puerto Rico y Cuba. Actualmente la salsa está creciendo mucho porque el europeo todo lo que ve quiere hacerlo.
Quiero ver a la gente bailar, para determinar qué nivel tienen. Si hay desde principiantes hasta expertos en un solo grupo, lo que haré es una clase abierta en la que todos se sientan bien y puedan aprender.