Aunque no se sabe a ciencia cierta qué desencadena el alzhéime r y cómo evoluciona, sí hay genes que se han asociado con este trastorno y con una evolución más agresiva.
Con esto en mente, un proyecto de la Universidad de Costa Rica (UCR), el Hospital San Juan de Dios y la Asociación Costarricense de Alzhéimer y Demencias Asociadas (Ascada) pretenden buscar biomarcadores genéticos en personas con trastornos cognitivos.
Se trata de un examen de sangre que busca un gen llamado APOE4, que se asocia con este trastorno. Así se sabrá quiénes tienen un factor de riesgo genético.
“El alzhéimer tiene componentes genéticos y ambientales; aunque el ambiente y los malos hábitos de vida tienen el mayor peso en el desarrollo, tampoco podemos obviar los genes”, comentó Alexánder Parajeles, jefe de Neurología del Hospital San Juan de Dios.
“Esto no quiere decir que quien tenga el gen vaya a desarrollar alzhéimer, es solo un factor de riesgo. Una persona que herede el gen de ambos padres, tendrá un 30% más de riesgo, y podría desarrollar la enfermedad dos décadas antes que el promedio. Quien lo heredó solo de un padre podría desarrollarlo una década antes”, añadió.
¿De qué sirve saber si tenemos estos genes, si no hay vacunas para prevenir el mal o medicamentos que lo curen? Parajeles indicó que esto lo que hace es que se puedan controlar otros factores de riesgo que sí pueden modificarse, como alimentación, ejercicio y fumado.
Jenny Mora, psicogerontóloga y miembro de Ascada, opina igual.
“Podemos comparar esto con las medidas que se toman para los sismos; no podemos evitar que pasen, pero sí estar preparados. De la misma forma, tal vez no podamos evitar la demencia, pero sí decir: ‘Mi cerebro está equipado’”.
El proceso. El Centro de Investigación en Hematología y Trastornos Afines (Cihata) de la UCR ya recibió el dinero para comprar los reactivos para realizar la prueba.
Ahora deben comprarse los reactivos y estandarizar las pruebas a las condiciones nacionales.
“La estandarización se hará con una base de ADN de personas que anteriormente dieron su consentimiento de utilizarlas”, dijo José Madrigal, investigador del Cihata.
La llegada de los reactivos puede durar dos meses y la estandarización de pruebas, tres meses, por lo que tal vez las pruebas puedan comenzar en seis meses.
¿Quiénes se harán la prueba? Tanto Parajeles como Madrigal aseguran que no cualquier persona puede recibir estas pruebas.
Quien las reciba debe ser un paciente que ya registre algún grado de deterioro cognitivo y que sea valorado por un psicólogo.
“No puede hacerse de forma indiscriminada a todo el mundo porque no es algo que sea eficaz en términos de costo-beneficio, lo que queremos es dar detección temprana y calidad de vida a los pacientes”, enfatizó Madrigal.
Los primeras personas en tener acceso a las pruebas, serán pacientes de la Clínica de la Memoria, del Hospital San Juan de Dios.
“Esto también nos ayudará a determinar cuánta es la carga genética del alzhéimer en Costa Rica. En unos años tendremos datos que ayudarán a tomar medidas en salud pública”, dijo Parajeles.