Con esta propuesta, Costa Rica pretende que la medida abogue por un comercio más supervisado de esta especie de tiburón a nivel mundial.
De esta manera, los países firmantes de Cites se verían en el deber de vender productos derivados del tiburón martillo bajo su nombre correcto y no con nombres populares como bolillo o calzón.
Asimismo, los productos deberán venir con certificación de origen para que las personas sepan de cuál país viene y pueda ejercer una compra más informada.
Según Castro, el período de consulta será de 60 días. Después, se afinarán detalles de la propuesta que se someterá a discusión en la próxima reunión de Cites a celebrarse en marzo del 2013 en Tailandia.