La Contraloría General de la República advirtió, en su informe sobre presupuestos públicos del 2013, de la reducción que afronta la inversión planeada en el sector público no financiero respecto a la producción, especialmente entre los años 2010 al 2013.
En el año 2010, según los presupuestos iniciales de las instituciones, los gastos de capital (en infraestructura y equipo, por ejemplo) llegaron a representar un 9,4% de la producción interna (¢1,9 millones de millones, en colones de hoy).
Para este año, este rubro representa un 6,1% de la producción (¢1,4 millones de millones).
“La inversión pública, particularmente la del Gobierno Central, es fundamental pues permite crear activos públicos que son elementales para el crecimiento de una economía”, explicó Fernando Rodríguez, investigador del Programa de Estudios Fiscales de la Universidad Nacional.
No en todas bajó. De acuerdo con la información de la Contraloría, la inversión disminuyó en las empresas públicas no financieras (este rubro incluye al ICE, Recope y Acueductos y Alcantarillados, entre otras) y en el Gobierno Central (presidencia y ministerios).
En el Gobierno Central, aclaró la Contraloría, no se incluyen en los presupuestos iniciales las obras financiadas con préstamos externos, mientras que en el resto de entidades sí se hace.
Melvin Quirós, director a. í. de Crédito Público, del Ministerio de Hacienda, explicó que si se incluyen las obras financiadas con créditos externos el porcentaje de gastos de capital del Gobierno Central respecto a la producción sube en el 2013 a 1,6%.
Explicó que los créditos externos no se ejecutan en un solo año, sino generalmente en periodos de tres a cinco años.
“Existen programas que recientemente fueron aprobados y que apenas inician su periodo de desembolso, tal es el caso del Programa de Desarrollo Eléctrico 2012-2016 (octubre 2012), el Programa para la Prevención de la Violencia y Promoción de la Inclusión Social (marzo 2012) e incluso el Primer Programa de Infraestructura Vial, el cual fue aprobado en noviembre del 2010 y al que aún le quedan cerca de dos años de ejecución”, comentó Quirós.
Rodríguez sostuvo que si bien los créditos externos compensan algo de esa inversión, los créditos ejecutados en el pasado tampoco han variado mucho los datos.
Añadió que en comparación con la región estamos muy rezagados. Para el 2011, Costa Rica invirtió, a nivel de Gobierno Central, un tercio del promedio de América Latina. “El resto de la región está apostando al crecimiento futuro mucho más que nosotros”, añadió.
En los órganos desconcentrados –que incluye entidades como el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) y el Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf)– la inversión pública subió y llegó, en el presupuesto del 2013, al máximo valor desde el 2008 (1,20% de la producción).
Mientras que en las instituciones públicas no empresariales –que contiene a la Caja Costarricense de Seguro Social y a las universidades estatales, por ejemplo– y en las municipalidades, la inversión planeada se ha mantenido estable.
Próxima administración. Para Jorge Vargas, director a. í. del Programa Estado de la Nación, esta tendencia refleja el estrangulamiento de la inversión pública, una consecuencia natural de los problemas fiscales.
Añadió que es, además, un indicador anticipado del poco margen de maniobra que tendrá el próximo Gobierno, pues el actual contaba con recursos externos negociados en la administración Arias Sánchez, pero este “no negoció un portafolio de préstamos externos para infraestructura” que permitan la inversión.