Nueva York. EFE. Decenas de millones de estadounidenses se lanzaron ayer a la búsqueda de gangas, rebajas y oportunidades en el llamado “viernes negro”, el día de mayores ventas al por menor en este país y que supone el inicio de la temporada de ventas navideñas.
Sin embargo, en esta ocasión las rebajas comenzaron ya el jueves por la noche, el mismo Día de Acción de Gracias, pues las principales cadenas de tiendas decidieron adelantar aún más la apertura de sus centros a las 8 p. m., hora local.
Como es habitual, las grandes cadenas ofrecían algunos artículos muy rebajados como gancho (especialmente aparatos electrónicos), lo que generó colas de varios días y avalanchas en la apertura de las puertas, con incluso pequeños conatos de violencia entre compradores en distintos puntos del país.
Tradicionalmente, la jornada comercial comenzaba en la madrugada del viernes, pero el año pasado las mayores cadenas la adelantaron a la medianoche y, en esta ocasión, la avanzaron aún más hasta la noche del jueves. Eso creó protestas de trabajadores de Walmart y de ciudadanos, que lamentaron que Acción de Gracias, el día familiar por excelencia en EE. UU., sucumbiera también al consumismo.
No obstante, grandes cadenas como Walmart, Sears, Toys R Us o Target hicieron oídos sordos y, a la hora de la verdad, tenían colas, hasta de 1.000 personas en algunos casos, esperando a la apertura.
Aunque es muy pronto para dar cifras, las grandes cadenas han señalado su satisfacción por los resultados, ya que afirman que mucha gente prefirió ir a comprar después del pavo de Acción de Gracias a madrugar al día siguiente.