Un grupo de ciudadanos pinta de manera voluntaria el parque de Liberia como señal de apoyo al alcalde, que es del mismo partido de un regidor que ahora prefirió aliarse con el presidente municipal, quien es hijo de la diputada guanacasteca, oriunda de este cantón, donde el presupuesto municipal está lejos de aprobarse.
No, esta no es una típica retahíla bajureña, es solo una foto del lío político que tiene trabado al gobierno de la cabecera de Guanacaste.
El conflicto se abrió desde que el Partido Accesibilidad sin Exclusión (PASE) logró un valioso triunfo en Liberia y colocó como alcalde al educador y comentarista deportivo Luis Gerardo Castañeda.
Él dice que no ha querido dejarse manejar por la familia de la diputada María Ocampo y su marido, el exdiputado Luis Román, papá de Eugenio, quien preside el Concejo.
El concejal alega que Castañeda no ha acabado la campaña política, que no cesa de perseguir al PLN y que sí posee recursos para actuar mientras se aprueba un presupuesto que, de por sí, se entregó de manera tardía.
“Aquí no estamos trabajando como en la campaña. La prueba es que tenemos un bloque de cuatro regidores, dos del PLN, un libertario y hasta uno del partido de él”, dijo Eugenio Román.
Ese regidor del PASE se llama Álvaro Rosales García, funcionario de Aduanas en el Aeropuerto Daniel Oduber desde julio del 2010, dos meses después de asumir como concejal liberiano. Castañeda insiste en que lo convencieron con ese puesto, pero Rosales asegura que lo obtuvo por mérito. Ellos ni siquiera se hablan.
El libertario Mario Baldioceda también está contra Castañeda, a quien le cuestiona su capacidad. Sobre la influencia de la familia Román Ocampo, dijo que “el Alcalde está meando fuera del balde”.
Castañeda se quejó de la falta de dinero pues debe pagar una planilla “exagerada”. Mientras, el parque se pinta con donaciones.