“Yo realmente estoy perplejo y asombrado de lo tuguriento que es este edificio. Me tiene asombrado el abandono”.
Con estas palabras describió el diputado Claudio Monge, del Partido Acción Ciudadana (PAC), el estado en que encontró las instalaciones del Congreso.
“Las luces de los baños se quedan encendidas las 24 horas del día”, dijo Monge, pues no hay interruptores. “Estamos siendo contradictorios con el discurso de medio ambiente, hay un despilfarro de energía”, añadió.
Además del problema con el sistema eléctrico, los diputados encontraron que no tenían clave para acceder a las computadoras.
Joaquín Porras Contreras, uno de los diputados de Accesibilidad sin Exclusión (PASE), estaba ayer en medio una oficina desconectado informáticamente del mundo y del propio Congreso pues ni siquiera podía entrar al
Adicionalmente, otros ni siquiera tenían oficina. Víctor Emilio Granados, jefe de fracción del PASE, denunció que la diputada Rita Chaves Casanova no recibió despacho, aunque ya existía un acuerdo. “No tenemos computadoras, ni fax, ni teléfono”, afirmó en el plenario.
De seguido, el socialcristiano Wálter Céspedes reclamó que estaba “en el aire, sin oficina”, porque le negaron el espacio que le habían prometido para sus asesores. “Uno comienza a dejar de creer, espero que por lo menos este mes pueda estrenar oficina”, expresó.
Una situación similar vive la legisladora Alicia Fournier, de Liberación Nacional, quien exigió una administración más ágil. “¡Este es el primer poder de la República!”, exclamó.
Villanueva calificó de lenta a la administración del Congreso porque desde hace siete meses se sabía que los despachos que estaban en el edificio de Los Yoses regresarían a la sede central.
Antonio Ayales, director ejecutivo del Congreso, respondió que las oficinas de Los Yoses fueron desocupadas apenas el 30 de abril y “no hay manera humana de trasladarlo todo en un día”.
“Esto se debe fundamentalmente a que hoy es el primer día de labores. Yo les había pedido paciencia, al menos un par de semanas para ponerlo (el edificio) en condiciones aceptables”, dijo Ayales.
El director ejecutivo reconoció que existe un problema con el sistema eléctrico pues las luces no se apagan, pero afirmó que se debe a la contratación de una empresa que no cumplió a cabalidad.
Sobre el estado del edificio, Ayales dijo que se necesitan cuatro meses para adecuarlo totalmente.
Los nombramientos son otro apuro, dijo Sergio Ramírez Acuña, jefe de despacho de la liberacionista Annie Saborío, pues se debe formalizar al personal de confianza, así como repartir a los funcionarios con plaza de la Asamblea.
Cada legislador tiene derecho a una secretaria, un asistente, dos asesores de confianza y dos asesores de la Asamblea.