La manzana dorada brilla cada vez más en manos de Steve Jobs. Luego de tomar por asalto (y de rebote) la industria de los videojuegos gracias a sus dispositivos móviles, Apple va ahora por la última frontera pendiente: el televisor.
Mientras tanto, algunos lectores están estrenando su “pantalla plana” y me han preguntado si valdrá la pena comprar este producto para colocar otra manzanita blanca en el
La idea del Apple TV no es nueva (y ojo, tampoco es exclusiva de Apple). El dispositivo fue presentado primero como “iTV” a finales del 2006, con un escaso entusiasmo como respuesta de los críticos. En marzo del 2007 llegó a tiendas y tampoco tuvo mucha suerte con los consumidores. Para el 2008, Apple ya mejoraba considerablemente el software (con una actualización que llamó “Toma 2”) y hace dos meses finalmente terminó de redondear el concepto relanzando el producto con mejores características y un precio más accesible.
¿Qué hace este aparato? A grandes rasgos podríamos decir que es un videoclub en su sala. No almacena películas o series en un disco duro, sino que las despliega en su pantalla por medio de
La gran apuesta de Apple con este dispositivo es la renta y no la venta de películas (de ahí que la memoria del Apple TV sea de solo 8GB). La idea entonces es que usted pueda alquilar y ver al instante una película en HD desde la comodidad de su sofá. Todo esto disfrutando de la estética de Apple y de las facilidades que brinda el aparatito: desde ver el tráiler de la cinta, hasta comprobar qué calificación obtuvo en
Hasta aquí vamos bien pues estamos hablando del “cine en casa” del futuro. Bien sabemos que encontrar una buena película en
Sin embargo, no es así. Para poder disfrutar del servicio que ofrece Apple TV en tiempo real el mínimo de conexión aceptable es de 6Mbps. El máximo que se ofrece en Costa Rica al consumidor es de 4Mbps así que ya puede usted ir haciéndole números a aquello de alquilar películas desde la comodidad de su sillón.
Entonces, si quiere la cajita como centro de mesa o pisapapeles de lujo, pues dése gusto. Caso contrario mi recomendación (por ahora) es invertir su dinero en un dispositivo que le permita almacenar sus videos en un disco duro, así podrá disfrutarlos cuando quiera sin tener que depender de “la nube”, un concepto muy atractivo pero todavía utópico en países como el nuestro.