15-02-12 Galeria del Archivo Nacional, Zapote. Exposicin de pintura " Historia de la Escritura Tesoro del Archivo Nacional" del Artista Costarricense Luis Chacn. Foto: Luis Navarro (Luis Navarro)
Un “niño rural” que creció en Atenas se entusiasmó por primera vez con el arte tras mirar una laca de Manuel de la Cruz González. Sus colores fuertes y brillantes inspiraron a Luis Chacón a iniciarse en la pintura. Fue así como adoptó la abstracción de las formas a su celebrado estilo. Ese “niño rural”, como él mismo se proclama, es hoy un artista del mundo con 45 años de notable trayectoria.
Luis Chacón, de 58 años, inicia la celebración de su recorrido por la pintura con la muestra
La colección original se exhibió por primera vez en los Museos del Banco Central en 1992, cuando Chacón ejecutó todos los acrílicos, 31 en total. Diez de estos cuadros están en manos privadas; los que hoy se exhiben son propiedad del Archivo Nacional y cuelgan en distintas paredes de este edificio, conocido popularmente como “el platillo volador”.
Confiesa que lo inspiraron sus visitas a la Biblioteca Nacional de Francia en los años 70, cuando estudió un doctorado en arte precolombino en París.
La infinidad de documentos antiguos que encontró Luis Chacón en esta biblioteca –sumada a sus visitas a otros países europeos y asiáticos– lo llevó a pintar cuadros que aluden a escrituras cuneiformes, signos de puntuación, elementos de la era digital, quipus incas y muchos otros elementos de la historia de la escritura.
“Se me hizo fácil pasear por la historia pues soy también historiador del arte, por lo cual me detuve en las partes que más llamaron mi atención y decidí representarlas”, rememora Chacón.
“En el verdadero sentido de la palabra, son
En ese cuadro, el artista usa la textura como elemento principal y combina el acrílico con pasta usada para modelar, y así convierte el cuadro en una experiencia táctil. Su paleta navega entre los colores primarios y los tonos ocres, como en la mayoría de los cuadros de esta muestra.
“Los colores solían ser brillantes e impactantes pues tienen polvo de oro y plata; sin embargo, con el tiempo se opacaron, lo cual también les da un aspecto histórico”, afirma Luis.
El tríptico
El otro tríptico expuesto juega con los contrastes; su nombre es
La cultura árabe también resalta en varios cuadros de Chacón:
La crítica de arte Marta Antillón opina: “Estas obras de Luis Chacón nos transportan a un universo lleno de color. Los tonos se mezclan con flores y figuras misteriosas que nos trasladan a un mundo mágico, a una época romántica ”.
Luis es un discípulo muy apegado a la artista Lola Fernández y recoge de ella su actitud seria frente a la pintura desde su época de alumno en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica.
Mientras continuaba estudiando, Chacón se formó también en la llamada “escuela colorista” de Washington y en 1976 partió a París, donde fue asistente del artista venezolano Carlos Cruz Díez.
“Cruz Díez es un artista mundialmente afamado, que me enseñó a mantener siempre la humildad y me ayudó a descubrir los secretos del color. Además, me educó para no creer en los mitos del ‘artista bohemio’, sino para ser disciplinado y trabajar ocho horas diarias, igual que en cualquier otra profesión”, afirma Chacón.
Algunos amigos de Chacón llaman “laboratorio de arte constante” a Luis pues es historiador, investigador y promotor artístico.
Cuando él volvió a Costa Rica, se dio cuenta de que nuestro arte era muy local y que había poco contacto con el exterior. Chacón ofreció entonces a Carmen Naranjo reunir una colección de arte internacional para el Museo de Arte Costarricense (MAC).
“Hay que abrirse”, recuerda que él le dijo en aquel momento. Así, Chacón reunió más de 500 obras de diferentes artistas de todo el mundo, que hoy son parte de la colección permanente del MAC.
“Además, en ese tiempo se creó la Galería Nacional de Arte Contemporáneo, y fue como la primera puerta del país hacia fuera y la entrada de artistas del extranjero que inculcaron sus técnicas y su conocimiento para enriquecer nuestro arte”, añade Luis, quien ha expuesto sus obras en numerosas bienales del mundo y ha viajado a infinidad de países a mostrar su trabajo.
Chacón afirma que se empapa de las culturas hasta identificarse con el arte de los países que visita para transmitir luego sus emociones. “Uno pinta su historia vivencial”, asegura.
Este año, Luis Chacón celebra el largo camino que ha recorrido, y con este motivo planea muchas actividades: se hará un mural en su honor en el Parque Metropolitano La Sabana, cerca de la piscina María del Milagro París, que tendrá 4 metros de alto y 16 de ancho.
La exhibición más importante de su carrera será su retrospectiva: se ofrecerá en septiembre en el Museo Calderón Guardia y se acompañará con la presentación de un libro que incluye menciones de sus obras más representativas.
Queda aún mucho por ofrecer en la inventiva de Luis Chacón: la vivacidad de aquel “niño rural” de Atenas continúa presente en cada obra: ella se mezcla con las vivencias de infinitos territorios que el andar de este perenne artista ha visitado.