Un grupo de científicos británicos logró descifrar el genoma del trigo, un descubrimiento que promete ayudar en la lucha contra el hambre en el mundo pues permitirá crear variedades de este cereal que resistan más enfermedades y condiciones climáticas extremas.
Este primer borrador del genoma ya cuenta con el 95% de todos los genes del trigo, lo cual es la base para estudiar todas las variedades de esta planta.
Actualmente, la producción de trigo ronda los 500 millones de toneladas al año, lo cual lo convierte en el cereal más importante en términos de consumo humano.
El descubrimiento servirá a campesinos y científicos para identificar mejor las variaciones genéticas responsables de la resistencia a enfermedades y a sequías, así como también su rendimiento.
“Se prevé que en los próximos 40 años la producción de alimentos se tendrá que incrementar en un 50% y el desarrollo de variedades de trigo que necesiten un bajo aporte y ofrezcan un alto rendimiento es esencial para poder hacer frente al aumento de la demanda”, comentó Anthony Hall, de la Universidad de Liverpool, uno de los expertos involucrados en el proyecto en un comunicado oficial de la academia.
Trayectoria. Además del trigo, ya se ha trazado el genoma de otros cultivos de importancia, como el del arroz en el 2005, el del maíz en 2009 y el de los frijoles de soya en el 2010.
No obstante, el trigo representaba un reto especial debido a su amplitud. El genoma del trigo es unas cinco veces más amplio que el de los seres humanos, por ejemplo.
Al mismo tiempo, explicaron los científicos, “algunas cepas analizadas como el del trigo primaveral chino llevan seis copias del mismo gen cuando la mayoría de los seres vivos tienen dos”.
El fisiólogo Matthew Reynolds, del Centro Internacional para la Mejora del Maíz y el Trigo, con sede en México, en declaraciones a la BBC , confió en que la secuencia ayude a crear cultivos más preparados para afrontar desafíos.
“Esas variedades son cruciales para enfrentar la demanda creciente de las poblaciones más prósperas, enfrentar desafíos del cambio climático y la escasez de tierra, agua y fertilizantes, y evitar la escasez mundial de alimentos y alza de precios que perjudican sobre todo los pobres”, dijo Reynolds.