Tremenda fiesta armó Chucho Valdés ayer en el Teatro Nacional, haciéndolo despojarse de su tradicional solemnidad.
Durante una hora y 45 minutos, el cubano se alió con con su banda, la Afro Cuban Messengers, para llenar de sabor y ritmo cada rincón del teatro, provocando una lluvia de aplausos desde el inicio al fin del recital.
Temas como Conga Danza , su primer tema de velada, así como Scherezade , Changó y la sorpresa de la noche San José (dedicada a la capital tica), despertaron sentimientos de euforia en la audiencia, que no pudo evitar las ganas de ponerse a bailar, aplaudir y gritar.
Valdés, que hizo gala de su habilidad prodigiosa en el piano, al igual que los asistentes se gozaba en cada instante con la actuación de cada uno de los músicos que le acompañaron en el escenario.
Los bongoes, tiimbales, batería, saxofón, trompeta y bajo, tenían un maestro que los ejecutara, no solo con talento, sino que con carisma pura.
Se robó el show la vocalista de la banda Mayra Caridad, quien con canciones como Bésame mucho transmitió sentimiento. Sin embargo no se quedó allí, la cantante tomó calor para bailar en escena, hacer juegos con la voz e incitó a la gente para que cantara con ella.
Caridad logró un Teatro Nacional entonado a una sola voz y, posteriormente, logró que se pusiera de pie al ritmo de San José , pieza que Valdés dijo haber compuesto en honor a la capital.
Al filo de las 10 p. m., Valdés se despidió con una gran sonrisa de satisfacción y agradecimiento.
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