Muy callada. La presidenta Laura Chinchilla regresó al país después de una gira de dos semanas por Europa, pero ayer no dio declaraciones.
Desde que dejó el país, el 20 de mayo, no atiende a la prensa afincada en Costa Rica, a pesar de que su gobierno arrastra los nombramientos pendientes de tres ministros (Deportes, Transportes y Justicia).
Regresó el 31 de mayo y salió por la rampa del aeropuerto Juan Santamaría para no cruzarse con los periodistas que la esperaban en el Salón Diplomático.
Tampoco habló ayer, aunque desde el 1° de mayo –hace 36 días– prometió convocar a un “ilustre grupo de ciudadanos” para que le presenten, en el corto plazo, “una propuesta para avanzar hacia mayores niveles de funcionalidad y calidad de nuestra democracia”.
Los nombres de estos ilustres aún se desconocen.
Ayer, un numeroso grupo de periodistas acudió al Teatro Nacional, a la conmemoración de los 85 años del Ministerio de Salud, a la espera de las declaraciones de la presidenta Chinchilla.
Como para garantizar la respuesta de la funcionaria, su oficina de prensa levantó con antelación la lista de preguntas de los periodistas y se la hizo llegar.
Sin embargo, Chinchilla abandonó el teatro por una puerta no identificada y dejó a los periodistas plantados en el vestíbulo del edificio. Algunos incluso corrieron para buscarla por la puerta trasera, pero uno de sus guardaespaldas se limitó a contestar: “se fue por ahí”, sin especificar.
El vocero de Presidencia, José Manuel Azofeifa, solo indicó que a la presidenta la esperaban otras personas en su despacho, en Zapote.
En la agenda pública de la mandataria se consignó ayer que tenía reuniones con su vicepresidente, Luis Liberman, con su ministro interino de Transportes, Luis Llach y luego un almuerzo con la fracción parlamentaria de Liberación Nacional.
Hoy, para celebrar el Día del Ambiente, hay una actividad pública en Barreal de Heredia a la que Chinchilla no va. En su lugar irá el vicepresidente Alfio Piva.