Para la mandataria, el procedimiento de consultar la legislación que es iniciativa del Poder Ejecutivo y que aprueba el Poder Legislativo, dejó de ser una excepción, como lo pretendieron los creadores de ese alto tribunal, dijo.
Para ella, la participación ahora de los tres poderes del Estado en la generación de leyes aletarga, principalmente, leyes que políticamente llamó “controversiales”. La última de ellas, el plan fiscal.
La reacción presidencial surgió ante consulta de
Chinchilla y sus colegas del Ist- mo lograron ayer que el tema del combate a la inseguridad, el narcotráfico y el crimen organizado en Centroamérica forme parte de la discusión de todos los mandatarios en una sesión de trabajo, programada para esta mañana.
De hecho, ese fue el principal eje temático del discurso que la presidenta leyó ayer en la inauguración de la cita, efectuada en un majestuoso centro de convenciones edificado frente al mar multicolor.
Chinchilla fue más allá y dijo que el fallo no se podía analizar en forma aislada de la realidad “que caracteriza la tramitación de nuestras leyes”.
“Debemos reconocer que el procedimiento de convocatoria y formación de leyes en Costa Rica se ha vuelto supremamente alambicado. Me atrevería a decir que quizás competimos con el procedimiento más complicado de cualquier democracia, porque concurren los tres poderes del Estado”, explicó.
La mandataria detalló que el Poder Ejecutivo tiene la iniciativa de presentar los proyectos de ley y de defenderlos, y luego se da el trámite en el Poder Legislativo, en donde surge la negociación política.
“Pero, finalmente, tenemos una Sala Constitucional que, por precisamente abusos del procedimiento y otra serie de debilidades que tiene el procedimiento, la hemos venido convirtiendo en una especie de cámara alta a la cual casi obligatoriamente van ahora a consulta todas las leyes que tengan algún tema controversial”, dijo Chinchilla.
Para ella, se trata entonces de “un procedimiento que no permite el avance de la legislación”.
“Yo lo que veo con gran angustia es que Costa Rica lleva más de 12 años tratando de pasar una reforma tributaria, y (los proyectos) sufren el mismo problema, es decir, tarde o temprano revientan en la Sala Constitucional”, afirmó.