La gestión se realizó durante una reunión con la secretaria de la Unesco, Irina Bakova, en la capital francesa.
Al terminar el encuentro, Chinchilla dijo que, ante Bakova, el país reconoció que no ha hecho la tarea en esta gestión, que lleva ya diez años, y no se ha logrado presentar un anteproyecto al respecto.
Jiménez Deredia, un muy reconocido analista del significado de las esperas, le explicó a Bakova que van más allá de lo arqueológico, pues tienen también un significado desde el punto de vista de la cosmovisión, a partir del cual se ha desarrollado Costa Rica.
La declaratoria de patrimonio es impulsada por un grupo de expertos liderados por el arquéologo del Museo Nacional, Francisco Corrales. El grupo trabaja en la formulación de un expediente para conseguir la canditatura de las esferas precolombinas a la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
El expediente es un requisito necesario para la postulación de estas emblemáticas piezas patrimoniales, y la Unesco abre cada año, en setiembre, la presentación de anteproyectos para ese objetivo.
Por eso, agregó, se giraron instrucciones a la representación de Costa Rica ante la entidad, a cargo del embajador Jacques Sagot, para que coordine el tema específico.
Chinchilla reconoció que, pese a ser una aspiración nacional, se ha contado con pocos recursos para este caso de las esferas. Dijo que ahora se va a luchar para presentar primero un buen anteproyecto en setiembre próximo.
La aspiración, agregó , es que en febrero del año próximo sea posible obtener la declaratoria de patrimonio para este parque de esferas.
“La visita de la presidenta Chinchilla a la secretaria de la Unesco es una aproximación política que, indudablemente, ayudará a consolidar el proyecto. Pero es fundamental aclarar que el éxito de esta gestión no queda con ello garantizado. En última instancia, dependerá de la forma en que el expediente de las esferas sea llevado en Costa Rica, de los especialistas y los arqueólogos designados del Museo Nacional”, advirtió Sagot.