Es un ícono, no solo por su música, sino por toda la parafernalia que lo ha envuelto por décadas. Incorregible (¿o ya no tanto?), el roquero argentino Charly García, hoy de 62 años, este domingo 20 se muestra tal cual, como casi siempre lo ha hecho, solo que en una entrevista pausada, introspectiva, en la máxima intimidad del astro (su casa), donde recibió al corresponsal de la gigante cadena, José Manuel Rodríguez, para repasar sin filtros su vida y sus opiniones.
De acuerdo con un comunicado de CNN, el que presenta la entrevista como “un arranque de lujo” para esa señal en este 2013, Charlie es reconocido tanto por sus canciones que han marcado a varias generaciones como por su carácter indomable que en más de una oportunidad lo han hecho protagonista de controversias: es un genio conocido por su mal genio que, en un segundo, puede pasar de la ira a la ternura. Con más de 40 discos en el cuerpo, ha sobrevivido a más de una ilegalidad y vive para contarla... a CNN en español.
El emblemático músico hablará de su relación con sus padres y su hijo; de lo que piensa de Cristina Kirchner; opina sobre otros íconos del rock y analiza el cambio en su personalidad, las historias de sus canciones y su carrera, entre otros temas íntimos y polémicos .
Las anécdotas hablan por sí solas: “Canción para mi muerte es un tema que compuse cuando estaba haciendo el servicio militar. Un día me mandaron al hospital militar y mi mamá me trajo anfetaminas porque yo había dicho que tenía un soplo en el corazón, entonces necesitaba fingir los efectos. Una noche me tomé un par y me dieron palpitaciones, subí a la terraza del hospital y empecé a correr y a correr como un loco, no sabía que me pasaba. Cuando vuelvo a la cama sentía que me iba a morir. Tenía una lapicera y un pedazo de papel, y escribí la letra y la música en solo 10 minutos”, cuenta el legendario rockero argentino al recordar la historia de su exitosa canción.
Habla del desencuentro con su madre y también con su único hijo (quien “salió muy rebelde”, asegura Charly); de Cerati y de Fito, de adicciones, de la muerte y de la vida, pero sobre todo, de quién es él en el otoño de su existencia. ““Le he encontrado el gusto a la paz. Antes vivía, de alguna manera, en guerra permanente. No sé por qué, pero esa forma agresiva creo que se me fue, la tengo adentro pero actualmente uso más la inteligencia' Estoy en la búsqueda de algo nuevo, como siempre, pero ahora busco un cambio más radical' tengo el desafío de competir conmigo mismo”, reflexionó Charly. Parece que el viaje con Charly, este domingo, será intenso.