Filas de hasta cuatro horas, papeles con citas que no se cumplieron y esperas bajo el sol. Esta es la realidad que vivieron ayer muchas personas que requerían legalizar documentos en la Cancillería para presentarlos en el extranjero.
La autenticación del origen de los documentos públicos se hace ahora a través de una apostilla, método que se implementó desde el 15 de diciembre y para el cual, Relaciones Exteriores asegura haberse preparado.
Exceso de demanda. Las filas en las afueras de la Cancillería, que rondaron los 200 metros, se debieron a un comportamiento atípico de la demanda. Al menos así lo definió el viceministro, Luis Fernando Salazar. “Esta es una situación inédita que por más que nos preparamos, no pudimos prever”, dijo.
El ministerio atribuye la gran cantidad de solicitudes a que el proceso es “gratis”. Antes, cada certificación costaba $40 (¢20.564) ; ahora, el costo para apostillar documentos desde Costa Rica es de ¢625, monto que cubre el costo de los timbres, indicó Salazar.
El exceso de demanda se convierte en un problema mayor dado que la Unidad de Autenticaciones cuenta solo con 12 personas para realizar todos los trámites.
El servicio tiene apenas 12 días de haber entrado en funcionamiento y ya tiene “cuellos de botella”. Tal es el caso de Jimena Benavides, quien espera desde el 15 de diciembre por apostillar una certificación de un expediente académico.
Salazar indicó que para agilizar el proceso revisarán los casos más atrasados, crearán un método de revisión rápida a la hora de entregar los documentos e intentarán aumentar el horario de atención.