El nuevo ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Enrique Castillo, defendió ante los diputados que la Cancillería debe contar con personal “de confianza” en el servicio exterior, además de los diplomáticos de carrera.
“La Cancillería como representante del Estado y que conduce la política exterior, no puede estar entre barrotes, necesita flexibilidad y llevar la profesionalización de la carrera a que sea compatible con las necesidades políticas, por lo que se requieren en algunos casos puestos de confianza”, dijo el ministro el miércoles ante la Comisión de Asuntos Internacionales.
Castillo fue convocado para que explicara el rumbo que le dará a la Cancillería, pero insistió en que su compromiso será dar continuidad a las directrices ya establecidas por la presidenta Laura Chinchilla.
“Se necesita cierta flexibilidad y esta tiene que llevar a que la reglamentación y profesionalización de la carrera sea compatible con las necesidades políticas que son cambiantes y que requieren, en algunos casos, grados importantes de confianza”, explicó.
Detalló ante los legisladores que recientemente se efectuó un concurso en que participan 33 aspirantes, el cual está en la etapa de entrevistas y exámenes. “Este es apenas un primer concurso para llegar a una normalización total de puestos de la Cancillería”, explicó Castillo.
En el seno de la comisión, la diputada del Partido Acción Ciudadana Jeannette Ruiz entregó al canciller un plan para reformar el Estatuto del Servicio Exterior.
“Es necesario acabar con el “clientelismo” político en el servicio exterior y convertirlo en primera línea de defensa de la soberanía nacional”, puntualizó Ruiz.