París. AFP Los delicados fondos marinos de alrededor de la península de la Antártida podrían ser invadidos por una especie de cangrejos voraces cuya propagación parece ser favorecida por el calentamiento mundial: así lo consideraron biólogos marinos en un estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society .
El “acusado” en este estudio es el cangrejo real, crustáceo que posee un color rojo intenso. Él vive en las profundidades del océano y tiene un impacto importante en los suelos donde se instala.
Este crustáceo excava el fondo marino para buscar gusanos y otros animales de los cuales se alimenta. Es más, a gran escala, este cangrejo podría modificar la cadena alimentaria de los ecosistemas donde está.
Un equipo, dirigido por Laura Grange (de la Universidad de Hawai), efectuó observaciones en Palmer Deep, una fosa situada a 120 kilómetros al sureste de la península antártica, donde la profundidad llega a los 1.440 metros.
Un robot permitió observar 42 cangrejos en un trayecto de dos kilómetros, los cuales viven en el fondo a más de 850 metros de profundidad, en temperaturas de 1,4° C en promedio. No pudo verse ningún otro a menor profundidad, donde el agua es más fría.
A partir de esta observación, los autores del estudio calculan que la población de cangrejos es de 1,5 millones de individuos.
De ser así, la densidad sería superior a la de los cangrejos de la misma familia capturados en Alaska y equivalente a la de los cangrejos frente a la isla de Georgia del Sur en el Atlántico.
Las imágenes obtenidas por los científicos dieron una visión del tipo de daños que pueden causar estos crustáceos en los fondos marinos de la Antártida: los cangrejos, cuyo caparazón mide unos diez centímetros, cavan surcos en el fondo que pueden llegar a los 20 centímetros.
El calentamiento mundial causa un alza progresiva de las temperaturas de las aguas costeras y crea condiciones que permiten a este cangrejo real proseguir un avance hacia la Antártida.
La península Antártida es una de las regiones del mundo más vulnerables frente al cambio climático. Las aguas de su base continental se calientan a un ritmo de 0,1 grados por década.
En ese sentido y según el estudio mencionado, si el cangrejo real está actualmente contenido por las temperaturas frías, el animal podría extenderse al continente en diez o veinte años.