París (AFP). Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) volvieron a caer en 2011 en la Unión Europea (-2,5%), después de un año 2010 marcado por un alza del 2,4%, según una estimación de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
La AEMA precisa que los 15 miembros de la Unión Europea (UE) más antiguos, comprometidos con el protocolo de Kioto, incluso registraron una caída de 3,5% de sus emisiones de GEI.
Estas caídas han sido realizadas a pesar de un aumento del consumo de carbón y un alza del PIB, subraya la Agencia. Pero el invierno ha sido relativamente suave en varios países europeos, lo cual contribuyó a reducir las necesidades de calefacción en los hogares y por lo tanto el consumo de gas natural, explica la AEMA.
El consumo de energías renovables también siguió creciendo en 2011, contribuyendo así a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
En 2011, los 15 miembros europeos firmantes del protocolo de Kioto tuvieron un nivel de emisiones de GEI inferior en un 14,1% al de 1990, año de referencia para el protocolo, que fijaba para estos países un objetivo de reducción del 8% para 2008-2012.
Las emisiones de GEI de los 27 miembros actuales de la UE, que no están comprometidos colectivamente por Kioto, bajaron un 14,1% en 2011 respecto al nivel de 1990. Su objetivo, no vinculante, es alcanzar una caída del 20% de aquí a 2020 comparado a 1990.
La Agencia Europea para el Medio Ambiente, basada en Copenhague, publicará en octubre el detalle país por país de las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE.
El protocolo de Kyoto, que entró en vigor en 2005, impone objetivos cifrados a 35 países desarrollados.
Pero este acuerdo, el único vinculante a nivel internacional, no cubre más que una parte de las emisiones globales (un poco más que un cuarto) por su no ratificación por parte de Estados Unidos y la ausencia de objetivos vinculantes para China, India y Brasil, convertidos en grandes emisores.
Las negociaciones para lograr un nuevo acuerdo que debe tomar el relevo del protocolo de Kioto han sido iniciadas pero no avanzan. Algunos países como Canadá, Rusia o Japón incluso se negaron a fijar de nuevo objetivos cifrados.