Anoche, la Junta Directiva de la entidad determinó que de los ¢88.759 millones que ha pagado el Estado de una deuda pactada por ¢181.000 millones, ¢40.214 millones serán tomados como intereses, por lo que los restantes ¢48.545 millones deberán ser amortizados en los pagos futuros, a los cuales también habrá que calcularles los intereses.
Dicha información fue confirmada en un comunicado de prensa que distribuyó esta tarde la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La decisión de los directivos se dio luego de que trascendió de que Eduardo Doryan, presidente ejecutivo de la Caja entre 2006 y 2010, dejó por fuera el pago de intereses en el convenio del 2007, según dijo semanas atrás el director financiero y actual gerente Iván Guardia.
Será la Dirección Financiera Contable de la Caja la encargada de hacer "los ajustes contables que reflejen todos los saldos pendientes que deberán ser cubiertos por el Estado", los cuales deberán ser conciliados con los ministerios de Trabajo y de Hacienda, indicó la institución.
La información enviada por la CCSS establece que "se estaría analizando la actuación de los distintos funcionarios, a fin de precisar la existencia de presuntas omisiones en el ejercicio de las funciones y eventualmente, en caso que correspondan, implementar las acciones punitivas que se requieran en salvaguarda del patrimonio institucional".
Doryan, quien el miércoles compareció ante la comisión legislativa que investiga la crisis de la Caja, dijo a los diputados que ni él ni su administración en sí son responsables de la crisis que atraviesa la entidad, aunque sí señaló a varios subalternos como responsables de los convenios con el Estado.
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