Sao Paulo, Brasil (AFP). El Ministerio brasileño de Ciencia, Tecnología e Innovación anunció este martes un programa por $250 millones para fomentar iniciativas en la industria del software y tecnología de la información, con lo cual pretende reducir la brecha que tiene con países desarrollados.
Los recursos serán invertidos hasta el año 2015 en áreas como desarrollo económico y social, innovación y emprendimiento, producción científica y competitividad a través del apoyo a capacitación de jóvenes, compras estatales a empresas que desarrollen software en el país o el contacto con centros mundiales de investigación, entre otras áreas.
"Queremos que la producción de software crezca en Brasil a una tasa muy alta y que ese crecimiento represente divisas para el país, generación de renta para las empresas y la creación de puestos de trabajo calificados para los brasileños", declaró el ministro de Ciencia y Tecnología, Marco Antonio Raupp, en una nota oficial.
La meta es capacitar a 50.000 nuevos profesionales hasta el año 2014 para llegar a 900.000 en el 2022, que se sumarán a los actuales 1,2 millones de profesionales del sector, señaló.
Uno de los mayores desafíos del programa será reducir la diferencia científica y tecnológica que separa a Brasil de las naciones más desarrolladas, según Virgilio Almeida, secretario de Política de la Informática en el ministerio, citado en el comunicado.
"El sector de tecnologías de la información ya tiene 73.000
empresas en Brasil y facturó $37.000 millones en 2011. O sea, nuestra industria es calificada. Este programa llega para fomentar ese campo", dijo Almeida.
Uno de los principales motores del programa será el fomento a empresas que buscan desarrollarse en el área de software y servicios a través de la formación de redes con inversores, consultorías, institutos de investigación o universidades así como con grandes empresas nacionales o extranjeras.
El programa identificó 12 sectores estratégicos para desarrollar software, como educación, defensa y seguridad cibernética, salud, petróleo y gas, energía, aeronáutica, agricultura y medio ambiente, finanzas, telecomunicaciones y minería, entre otras.