El grosor del tronco de los árboles es un indicador de su crecimiento y, en los bosques ticos, los árboles son cada vez menos anchos.
Esto está relacionado con la capacidad que tiene el árbol para capturar dióxido de carbono (CO2), transformarlo y almacenar el carbono al hacerlo parte de su estructura vegetal.
Aunque los bosques nacionales están creciendo menos, sí siguen capturando CO2.
A esta conclusión llegó Elizabeth Losos, presidenta de la Organización para Estudios Tropicales (OET), tras revisar los estudios realizados en la Estación Biológica La Selva, en Sarapiquí, provincia de Heredia.
Losos expuso el miércoles algunos de los resultados de esos estudios en el Foro Empresarial sobre Sostenibilidad y Ambiente, celebrado en Belén, Heredia.
Por más de 30 años, expertos de la OET han observado cómo se comportan los bosques costarricenses, cuánto CO2 capturan durante la fotosíntesis y cuánto exhalan en la respiración.
¿Cuál es su relación con el cambio climático? El CO2 es un gas de efecto invernadero que se acumula en la atmósfera y uno de los responsables de ese cambio.
Este estudio de David y Deborah Clark es único en el mundo, pero hay investigadores que están replicándolo en otras partes del trópico porque queremos saber si es un fenómeno específico que se da en La Selva o es algo generalizado. Determinar eso es muy importante para nuestro entendimiento del clima y la interacción con los bosques.
”Antes de tener los datos, lo que pensábamos era que los bosques tropicales iban a poder secuestrar más dióxido de carbono de la atmósfera, pero, en realidad, no es el caso y más bien es lo opuesto”.
Sí, y en ambas direcciones: los bosques se ven afectados por las lluvias y también estas los influyen. Lo interesante con la temperatura es que no solo tiene la correlación más alta, sino que es aún más alta si se toma en cuenta la temperatura por la noche.
”El estudio demostró que los años con noches más cálidas son los años en que el bosque no creció tan bien. Sabemos que todas las plantas y animales respiran. Cuando lo hacen, emiten CO2 pero las plantas también hacen fotosíntesis y para eso consumen carbono. Usualmente, las plantas secuestran más carbono del que emiten durante la respiración.
”Sin embargo, cuando la temperatura sube, el proceso de fotosíntesis es más rápido. Llega a un punto, se detiene y se vuelve más lento. Ahora, los científicos lo han estudiado en condiciones de laboratorio, pero todavía nos falta investigarlo más en detalle en el bosque.
”Por otra parte, la respiración también se incrementa en condiciones de calor. Imagínese un perrito que no para de jadear en un día caliente: a las plantas les sucede lo mismo. Eso nos hace pensar que ambos procesos coinciden: mientras la fotosíntesis se vuelve lenta y la respiración se acelera, la planta consume menos carbono y puede llegar a un punto teórico en que esa planta puede convertirse en fuente de emisión de carbono”.
Sabemos que pasa, pero aún desconocemos en qué parte o punto del proceso sucede.
”Ahora bien, la fotosíntesis se detiene en la noche, pero la respiración no. Si la temperatura en la noche es mayor, entonces la respiración va a aumentar en estas horas nocturnas y aquí no hay fotosíntesis. Eso va a tener un efecto y está dado por la cantidad de dióxido de carbono con que cuenta la planta para crecer y aumentar biomasa.
”No es solo temperatura, sino la temperatura durante la noche. Tampoco se trata solo de patrones de lluvia, sino contar con lluvia en la época seca. Tiene que ver con cuán severa es la estación seca y cuán extensas son las sequías”.
Lo único que sabemos con certeza es que el tema del cambio climático será cada vez más complicado y estamos frente a tres realidades o escenarios.
”La primera es que podemos tratar de mitigar y cualquier cosa que hagamos en este sentido, nos mantendrá en el camino. Hay gente que está debatiendo si el cambio climático es un ciclo natural o no; a fin de cuentas no importa porque es algo que está sucediendo. Cualquier cosa que hagamos será ganancia y tenemos que tener claro que, independientemente de lo que hagamos, nunca será suficiente. Ya estamos muy lejos y no sé si estamos llegando a un punto crítico.
”La segunda realidad es prepararnos para adaptarnos, dado que el cambio climático ya está con nosotros. ¿Cómo hacerlo? Creando corredores biológicos, bancos de genes y promoviendo la convivencia de bosque con cultivos por medio de manejos agroforestales. La tercera realidad es no hacer nada y sufrir las consecuencias.
”No podemos detener el cambio climático, pero sí podemos retrasarlo para no llegar a esos puntos críticos”.
Pues sí. Si vemos las emisiones de carbono a nivel mundial, la mayoría de estas emisiones vienen de la producción de energía. Si bien los bosques –sobre todo por la deforestación– contribuyen al problema, también ayudan a la mitigación aun en sus maneras más simples, como detener la deforestación y reforestando.
Sí. Aun cuando la temperatura es alta y los bosques empiecen a crecer más lentamente, todavía son una fuente de carbono. Aun cuando no lo secuestren tan eficientemente, cortarlos y quemarlo generaría un impacto mucho más grande como emisores.
”Desde una perspectiva económica, si Costa Rica se convierte en líder y sus bosques se vuelven un laboratorio, puede atraer a muchos inversionistas a nivel mundial. Costa Rica puede sacar partido a todos esos años de experiencia en conservación que tiene y a su infraestructura, pero debe darse prisa”.