Por otro lado, la española Penélope Cruz, nominada a mejor actriz secundaria por Nine, vio como se le escapaba por tercera vez el SAG al que había sido candidata anteriormente por Volver (2006) y Vicky Cristina Barcelona (2008).
La ceremonia, celebrada en el Centro de Exposiciones Los Angeles Shrine, estuvo ausente de sorpresas y los favoritos se llevaron los premios importantes.
El drama bélico Bastardos sin gloria se alzó con el premio a la mejor interpretación conjunta, categoría reina de la noche, y por la que competía con Precious, The Hurt Locker, Nine y Up in the Air, las tres últimas no consiguieron ningún galardón.
Jeff Bridges se adjudicó el SAG a mejor actor protagonista por Crazy Heart, el primero de su carrera, y volvió a superar a George Clooney (Up in the Air), Morgan Freeman (Invictus) y Colin Firth (A Single Man) tal y como ocurrió el pasado domingo en los Globos de Oro.
Mo'Nique hizo valer su condición de favorita y se impuso en la categoría de mejor actriz de reparto por su papel en Precious, un galardón que disputaba con Penélope Cruz (Nine), Diane Kruger (Bastardos sin gloria), Anna Kendrick y Vera Farmiga (Up in the Air).
Igualmente fue previsible el triunfo de Christoph Waltz como mejor actor secundario (Bastardos sin gloria), frente a Matt Damon (Invictus), Woody Harrelson (The Messenger), Christopher Plummer (The Last Station) y Stanley Tucci (The Lovely Bones).
Tanto Mo'Nique como Waltz obtuvieron la estatuilla de los SAG en su primera nominación.
El momento más emotivo de la gala fue el premio honorífico a la Chica de oro Betty White, quien arrancó una ovación y puso en pie a sus compañeros de profesión.
La veterana actriz, de 88 años, fue reconocida por su larga trayectoria en la que destacaron series de televisión como Mary Tyler Moore en la década de los 70, The Golden Girls, en los 80, y más recientemente Boston Legal.