La simpatía de los ciudadanos hacia la posibilidad de elegir a los diputados en forma directa, y no por papeletas predeterminadas, se redujo en los últimos ocho años.
La más reciente encuesta de la empresa Unimer para La Nación , revela una caída en el apoyo hacia el voto preferente.
Mientras en el 2004, un 78% de los ciudadanos dijo que preferiría votar para diputados marcando el nombre de un candidato en específico, en enero de este año este grupo se redujo a un 69%.
En forma paralela, subió de un 15% a un 22% el porcentaje de personas que se pronuncia en favor de mantener el sistema actual.
La legislación vigente establece que, a la hora de designar a los legisladores, los votantes deben elegir un partido en la papeleta.
Previamente, la agrupación designa a los aspirantes al Congreso y los numera, de manera que los primeros tienen mayores posibilidades de ser electos.
En la Asamblea Legislativa se discute actualmente un proyecto de ley que permitiría designar a los legisladores por preferencia, sin tener que respetar el orden de la lista partidaria.
En una encuesta telefónica de Unimer, realizada el día de las elecciones nacionales del 2010, la mayoría de personas que quebraron el voto aseguró que no habrían tomado esa decisión si hubiesen podido elegir diputados según sus candidatos de preferencia.