Mientras que 12.626 personas se inscribieron para tomar parte en la convocatoria de exámenes -en setiembre de 1996- del sistema de bachillerato por madurez, un año después 23.076 estudiantes están en lista para efectuar tales pruebas. Es decir: 10.450 más.
Los exámenes comenzarán el próximo lunes en 57 sedes, establecidas en todo el país por el Ministerio de Educación Pública (MEP), y finalizarán el domingo 29 de setiembre.
Para efectuar tales evaluaciones, el MEP tendrá que movilizar a unos 500 delegados, puesto que la demanda de las pruebas será superior a la que tiene el bachillerato formal, que este año probablemente rondará los 15.000 estudiantes.
En esta ocasión, se evaluarán las siguientes materias: estudios sociales, redacción y ortografía, matemáticas, literatura universal, idiomas, gramática y literatura, ciencias generales, biología, física y química.
De acuerdo con los datos aportados por la División de Control de Calidad y Macroevaluación del MEP, la mayoría- un 52,8 por ciento- de los aspirantes a obtener el título de bachillerato por madurez son mujeres.
Según el perfil suministrado ayer por esa dependencia, un 44,1 por ciento de ese grupo estudiantil se prepara en academias privadas, un 40,6 por ciento lo hace solo en su propia casa, un 5,2 por ciento con profesores particulares y un 10,1 por ciento mediante programas especiales del MEP.
Félix Barrantes Ureña, director de la División, dijo que si bien no se ha hecho un análisis que explique el por qué del crecimiento, consideró que la crisis económica, el fracaso y la deserción en la enseñanza formal convierten al sistema de bachillerato por madurez en una opción de enseñanza.
Para el ministro de Educación, Eduardo Doryan Garrón, es posible que las nuevas exigencias del mercado laboral y las metas mínimas de superación propicien que más gente esté dispuesta a obtener el título de bachiller y tome este camino.
Juan Bautista Castro Elizondo, director del Instituto Latinoamericano de Psicología y Pedagogía Alternativa (ILPAL), destacó que es posible que haya gente de la instrucción formal que se esté desplazando hacia este tipo de enseñanza abierta y esto revela, de alguna manera, los defectos que tiene la primera.
Si bien para este sicólogo y educador, el bachillerato por madurez debe ser una opción, considera necesario que el sistema se restrinja a grupos económicamente débiles y a aquellos sectores que al menos hayan cursado el noveno año. Este criterio lo compartió el presidente de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), Mario Mondol García, quien piensa que es urgente hacer más riguroso el plan para evitar los abusos.